La plantà de la falla Plaza del Ángel pudo acabar en tragedia cuando, bien entrada la madrugada, un automóvil apareció a toda velocidad en la demarcación, desplazando la falla infantil y golpeando a varios miembros de la comisión, siendo la más afectada la fallera mayor, Ainhoa Pizcueta, quien ayer tuvo que pasar la jornada en muletas.

Los hechos ocurrieron pasadas las cuatro de la madrugada. El relato de la propia fallera mayor es estremecedor. «Estábamos ayudando a Marisa Falcó y a Paco Pellicer a montar la falla. De repente oímos un ruido de coche a toda velocidad que venía por la calle Vall de Crist, que es la que desemboca en nuestra plaza». La presidenta, Mónica del Rey, estaba cerca, tirando restos de bolsas al contenedor. «Fue la primera en verlo y nos gritó: "¡Apartaros que no frena!"». Y así fue, porque aterrizó en la falla infantil «y, por efecto dominó, la valla me golpeó a mi. La fallita la desplazó como mínimo medio metro. De verdad, ese coche iba, por estas calles, a ochenta o noventa kilómetros por hora».

Según el relato, esa irrupción se llevó por delante a Ainhoa y a algunos falleros más. El parte habla de lesiones leves: contracturas y algún golpe en la espalda, además de alguna contusión, como la de la presidenta en una mano. La peor parte se la llevó la fallera mayor. «Me tuve que ir al Consuelo. Tengo los ligamentos dañados». Ayer no pudo vestirse de valenciana «y era mi ilusión porque quería acompañar a los infantiles». Hoy tiene todos los grandes actos: entrega de premios y ofrenda. «Me voy a vestir sí o sí». En seguida encontró el calor de otras falleras mayores de la barriada.

El incidente pudo ser una auténtica tragedia. «Es que, el artista, Paco Pellicer, acababa de estar en el sitio donde aterrizó el coche. Pero hay más: hasta poco más de una hora antes, todavía había niños por la plaza. Si llegan a entrar así a esas horas, habría sido terrible. Es que cuando pensamos en ello es cuando nos ponemos nerviosos de verdad. En ese momento, cuando te han golpeado, no lloras ni sientes nada. Es cuando te paras a pensarlo. Lo único que pienso ahora mismo es que ha ocurrido un milagro».

A todo esto, la comisión ha presentado una denuncia. El automóvil está identificado y se da la circunstancia de que son vecinos del barrio. Dos falleros le siguieron el camino y los reconocieron. Pero la policía no los detuvo. De hecho, cuentan que incluso se les encararon. Eran tres personas las que iban en el coche ahora denunciado.

Los falleros, repuestos del enorme susto, consiguieron acabar de ayudar a los artistas. «No vamos a permitir que esto nos eche a perder el año. Llevamos mucho tiempo luchando en este barrio como para que ocurra algo así».