Cuando uno ojea el llibret de la Falla Marqués de Lozoya lo que más le llama la atención es el nombre de su fallera mayor infantil: Anna Chmykh Bilorusova, que ayer desfiló en la Ofrenda. Es hija de Valeriy e Inna, un matrimonio ucraniano que llegó a Valencia hace quince años. Tiempo suficiente para empaparse de la cultura valenciana y vivir Las Fallas desde su espina dorsal. Sus hijas son falleras e Inna no dio puntada sin hilo a la hora de elegir profesión en España: modista de trajes falleros.

Valeriy e Inna se marcharon de Ucrania hace tres lustros, cuando el hambre era allí el pan de cada día. Inna, modista de toda la vida, comenzó a ejercer su profesión en Valencia confeccionando prendas infantiles y uniformes de hospital. Al poco tiempo empezó a atender encargos falleros aprovechando el conocimiento de los trajes regionales de su país. Hoy son su ocupación exclusiva y el negocio funciona.

En esa época solo tenían una hija, Olga, que ahora tiene veinte años y lleva varios como fallera en Blocs Platja, donde tiene a buena parte de sus amigos. Al contrario que su hermana mayor, Anna nació en Valencia y creció entre toquillas y cancanes. «Ella tiene sangre ucraniana, pero es valenciana total. Por su carácter, sus gestos, su forma de hablar, ha sido valenciana desde la cuna», afirma su madre mientras la niña asiente sin dejar de reir. Desde hace varios años, Inna confecciona trajes para la Falla Marqués de Lozoya y tiene amistad con muchos de sus miembros. Hasta tal punto que el año pasado, desde la directiva, le ofrecieron que su hija entrara por la puerta grande: siendo fallera mayor infantil.

La alegría explotó como la pólvora en casa de los Chmykh. «Estoy en una nube, esta fue una de las noticias más importantes de mi vida, nunca me esperé que pudiera ser fallera mayor infantil, pero es una oportunidad única y hay que aprovecharla. Además, en la falla somos más de cien niños y me lo paso en grande», relata Anna con desparpajo. Su alegría se desborda e inunda también a sus padres, visiblemente emocionados. «Nosotros estamos encantados también, venimos de fuera y poder vivir algo así es increíble, además en la falla tratan a Anna como a una hija y tenemos muchos amigos que nos hacen sentir como en casa", cuenta Valeriy.

Hace dos días la falla infantil de Marqués de Lozoya ganó por primera vez el tercer premio. Desde la directiva dicen que la familia de Anna ha traído la suerte desde el este. Sorpresa tras sorpresa, parece que nada puede salir mejor. Toda esta historia empezó con los trajes de Inna, a los que este año ha cosido una sonrisa.