La movilidad en la ciudad durante los días de fallas para los servicios de emergencias ha mejorado ostensiblemente este año. Así lo aseguró ayer el vicepresidente de Cruz Roja en Valencia, Pedro Redón, quien explicó que «se ha notado una mejora porque la ubicación de los puestos, mercadillos y carpas ha sido acertada y zonas que antes quedaban estranguladas ahora no lo están».

Fin al aislamiento de Russafa

Redón pone como ejemplo Russafa, un barrio que como el Carmen, hace unos años quedaba totalmente aislado porque las carpas y monumentos cortaban todas las calles.

La Policía Local de Valencia implantó hace unos años recorridos de evacución en dos puntos de este barrio, las calles Sueca y Cuba, donde no se permite la instalación de elementos, como puestos y mercados, que puedan impedir el paso de los vehículos de emergencia y de los propios vecinos.

En la ciudad sólo existen, de momento, esas dos vías de evacuación catalogadas como tales en Russafa, un barrio de calles estrechas, con muchas fallas y una iluminación monumental que lo convierten en una de las zonas con mayor concentración de público. En el resto de la ciudad la Policía Local y las comisiones falleras establecen pasillos, libres de carpas y monumentos, para que no haya ninguna zona totalmente aislada y los vecinos y vehículos de emergencia puedan pasar sin problemas en caso de incidentes de cierta gravedad.