El hasta ahora artista de Convento Jerusalén, Pedro Santaeulalia, abandona la comisión muy enfadado. Seguramente, más que nunca en su carrera. El segundo premio concedido por el jurado le convence menos que nunca, hasta el punto de retar al jurado «a sentarnos en una mesa, con toda la gente que quiera, a que me expliquen por qué Cuba-Literato Azorín es mejor que la mía». Sin con ello menospreciar al ganador. «A ver: Carlos Carsí es amigo, es un gran profesional. He visto su falla. Está muy bien. Pero de ahí a que gane, sintiéndolo mucho, no lo entenderé nunca. Si ellos mismos, el autor de la falla y quien la paga (en alusión al presidente) reconocen que esperaban algún puesto, pero, eso, un cuarto o un quinto y, si las cosas iban bien, un tercero, ¿cómo se digiere lo que ha pasado?. Es que, cuando se toman estas decisiones creo que no se llega a calibrar el daño que se puede hacer a unos profesionales».

Pedro Santaeulalia estaba visiblemente molesto. «Ha habido años que no he ganado y puedo estar más o menos de acuerdo, pero lo he entendido. En esta ocasión lo siento en el alma, pero se han pasado todos los límites. Por no hablar del noveno premio de Sueca, por ejemplo. Mi padre lo ha escrito en las redes sociales.:el reparto es el mayor escándalo en los 60 años que lleva en las fallas».

Las polémicas sobre los veredictos ocurren todos los años, pero es probable que este año, más allá de la indudable simpatía que despierta la comisión ganadora, nadie esperaba la combinación resultante. «Podrían ser elegantes y no decir que ha sido por unanimidad». ¿Qué solución se puede dar, sabiendo que eso es imposible? «Pues que haya observadores, como en las elecciones que no inspiran confianza. Porque si no, esto acaba por avergonzarte. Vuelvo a decir que el de Carlos es un gran proyecto, pero lo tengo que decir igual de convencido: la falla Convento era el primer premio escandalosamente. Como mucho, había gente que lo peleaba con mi hermano en l´Antiga. Pero ya está. Cualquier otro resultado es una vergüenza. Y un daño incalculable para las comisiones que invierten dinero en la falla». De su futuro aseguró que «ahora mismo no tengo nada confirmado. Quiero trabajar para competir, sea en la categoría que sea, pero compitiendo».