El pacto de «no agresión» entre las Fallas y el sector de la hosteleria dio al traste el pasado 18 de marzo, cuando La Federación Empresarial de Hostelería denunció que existían puestos de venta ambulante de comida y bebida que incumplían el bando de Fallas y la normativa higiénico-sanitaria. La entidad citaba algunas paradas en concreto y la Federación de Fallas de Especial-Interagrupación-Federación de Fallas de 1.ª A amenazó ayer con organizar a los falleros y distribuirlos por la ciudad para, como si de la policía o la inspección de Sanidad se tratara, medir las terrazas, examinar la comida, las vitrinas, comprobar el horario de cierre y denunciar así «todos los locales que incumplan la norma, que son muchos».

Y es que el presidente de la Federación de Fallas de Especial-Interagrupación-Federación de Fallas de 1.ª A, Jesús Hernández, aseguró ayer que los falleros están «hartos» del comportamiento del sector hostelero que «se está forrando a costa de las Fallas y critican, año tras año, los puestos de comida». «Firmamos un acuerdo y lo han incumplido alegando la situación de un puesto de comida en concreto. Y nosotros tenemos fotografías de locales que tenían la comida fuera de las vitrinas, como ellos denunciaron. El mismo día y a la misma hora. Al final nos van a obligar a ser como ellos», aseguró Hernández mientras explicaba: «estamos dispuestos a a organizar a las comisiones y a denunciar, uno por uno, los locales que incumplen la normativa». «A ver quien sale perdiendo», amenazó.

El conflicto entre falleros y hosteleros es histórico y uno de los objetivos principales del mediador fallero, Toni Pla, y de su grupo de trabajo. «Las fallas organizan una fiesta para todos y la mayor parte la costean los falleros. Los puestos ambulantes son una forma de ingresar dinero a las comisiones y el conflicto con los hosteleros debe finalizar. Nosotros acabamos de aterrizar y queda mucho camino por hacer pero, en este año de transición, es necesario que se sienten las dos partes y lleguemos a un entendimiento», aseguró ayer Toni Pla, tras asegurar que durante la semana fallera su gestión como mediador pasó a un segundo plano para dejar paso a la delegación de Incidencias.

Aún así, Toni Pla invitó ayer a vecinos, hosteleros y colectivos a utilizar los diferentes canales de participación abiertos en el ayuntamiento para «que podamos conseguir unas fiestas más sostenibles, participativas y accesibles». «Estamos dispuestos a mediar y a intentar resolver los conflictos o añadir sugerencias a la fiesta».