Para una niña madrileña de seis años, que padece el llamado síndrome de Wolf-Hirschhorn, las Fallas pudieron haber acabado en tragedia el pasado sábado cuando comenzó a convulsionar en la calle, en pleno centro de Valencia, mientras daba un paseo con sus padres. Con varias calles cortadas al tráfico y ante la ausencia de medios sanitarios próximos, la zona se convirtió en una ratonera para la pequeña. No obstante, un Policía Local de Ciutat Vella, que se encontraba en las inmediaciones, logró subirla al vehículo policial y trasladarla rápidamente al hospital.

La rápida intervención de este oficial de la Policía Local de Valencia evitó la muerte de la menor, según destacó el servicio médico del Hospital General, al asegurar que la niña «llegó muy baja de oxígeno». Un día después de lo ocurrido y ya fuera de peligro la pequeña fue dada de alta.

Los hechos se produjeron en torno a las 19.00 horas del sábado en la calle Ciudad de Brujas de Valencia. La niña, de seis años y que sufre el síndrome de Wolf-Hirschhorn, comenzó a padecer fuertes convulsiones producto de su enfermedad cuando se encontraba en la calle junto a sus padres. Un oficial de la policía de Ciutat Vella fue requerido por la madre, quien se encontraba muy nerviosa, ya que su hija estaba sufriendo un ataque epiléptico y se estaba quedando sin respiración.

El policía alertó al CICU pero desde el centro de emergencias sanitarias le informaron que en esa situación y estando las unidades médicas ocupadas lo mejor era que lo trasladaran por su medios. Dado que los padres carecían de vehículo alguno para llevarla y que el tiempo corría en su contra, el oficial de la Policía Local la subió al coche policial y la trasladó rápidamente al Hospital General, salvándole así la vida.