La falla infantil también tiene su miga: no tiene absolutamente nada que ver con nada de lo que se haya plantado en esa plaza, dominada durante más un cuarto de siglo por montajes siempre dentro de un cierto convencionalismo. No es el caso y así cabía esperar cuando se supo que los autores son Anna Ruiz y Giovanni Nardin, quienes pondrán sobre el suelo de la plaza una metáfora. Tanta, que no presentaron un boceto al uso. «Hay formas y formas de presentar una escultura: explicando exactamente cómo va a ser. Pero nosotros no lo hacemos así porque hay aspectos como el espacio complementario, el entorno, la interactividad... que no pueden incluirse en un boceto». En esencia, «Descubrir y Redescubrir» es un canto a la lectura y a la fantasía que suscita. «Igual que existe una lógica, debería existir una fantástica». Para ambos artistas, que son pareja, «es un reto enorme porque es contar algo y que se entienda». Saben que su designación ha estado cargada de críticas por ser diferentes y que éstas no van a amainar. «Es una forma de reivindicar que hay otras formas de hacer fallas, que son tan legítimas como las que más. Y asumimos que la polémica también es crítica y es falla». Ayer tan sólo mostraron un proyecto de ninot (un niño saliéndoles de la cabeza los personajes del mundo del cuento) al que ya se le buscó paragones ayer con las cortinillas que salían en el festival de Eurovisión de 2009, que incluían modelos con una estética parecida.