El primer pleno de la Junta Central Fallera del curso 16-17 dejó un hecho inusual en el devenir de la fiesta: el máximo organismo fallero desautorizó a su delegación de incidencias y dejó sin efecto la propuesta de sanción a dos presidentes de falla, los de Sancho Tello-Av. Aragón y Reina-Paz, para los que se solicitaba la inhabilitación de dos y un año, respectivamente, por desplazar sus monumentos falleros infantiles y, en un caso, negarse a devolverlo a su lugar y en el otro, no comunicarlo en tiempo y forma.

El argumento esgrimido para perdonar a ambos fue que se consideraba que las sanciones eran desproporcionadas ante un hecho aparentemente poco trascendente como es mover ligeramente el monumento. Se llegó a sugerir un apercibimiento. Ya cuando se había derogado la sanción intervino el vicepresidente del área, Javier Tejero, para recordar que «si nosotros mismos no nos ponemos las cortapisas, acabaremos siendo el salvaje Oeste y recibiremos las críticas que a veces se dicen de nosotros». En este caso, para añadir un elemento más, una de las fallas implicadas, la de Sancho Tello, es a la que pertenece el delegado de incidencias, Antonio Lázaro, quien aseguró antes de leer el informe que se había inhibido del procedimiento.

Un peligro en sí mismo

Curiosamente, en el debate no se puso sobre la mesa un argumento especialmente importante: la responsabilidad que supone un hecho aparentemente inocente y no malintencionado como es el de mover la falla: si esto se produce y, en el momento de quemarse la falla se produce algún incidente (incendio o similar), la compañía de seguros podría inhibirse, con lo que la responsabilidad pasaría directamente a la comisión.

Nace la delegación de «falla»

El primer pleno también sirvió para presentar la nueva directiva, que incluye ocho cambios en la titularidad de las delegaciones. Destaca la creación de una nueva, dedicada a la falla (cursillos, galas, visitas a talleres...), que ha sido encomendada a Salvador García Meri y que estará acompañado de reconocidos monumentalistas como Nico Garcés, Roberto Elías y José Gisbert. La incorporación de García Meri es la más llamativa junto con la de Voro Carsí en cultura, puesto que el resto de delegados son promociones internas, incluyendo la de Ferran Martínez en juntas locales.

Antonio Marco recupera la de promoción exterior tras la no continuidad de Jorge Guarro y Javier Mozas hace lo mismo en el archivo sustituyendo a José Ombuena. Mónica Ballester e Ignacio García permutan cargos en deportes.