La comisión de Mosen Sorell-Corona desveló ayer la autoría del monumento fallero de 2017, con el que mantendrán la línea que, desde hace años, les hace ser una de las comisiones, cuando no la que más, decididas a realizar aportaciones alternativas al arte fallero convencional.

En esta ocasión, el proyecto será realizado por el diseñador gráfico Isidro Ferrer. El ilustrador madrileño es uno de los más destacados en el género, habiendo obtenido diferentes distinciones internacionales, así como el Premio Nacional de Diseño en 2002.

La materialización del proyecto correrá a cargo del taller de Manolo Martín, a su vez uno de los artistas más acostumbrados a trabajar este tipo de colaboraciones, como lo demuestran las realizadas con diseñadores y dibujantes como Ortifus, Sento Llobell, Chema Cobo o Sigfrido Martín. En este caso, además, ambas partes ya han trabajado juntos cuando algún proyecto de Ferrer ha tenido que ser convertido en tridimensional.

«Será una falla icónica, hilando la temática de la falla infantil con la grande» aseguraba Miguel Ángel Pérez, responsable en la comisión de sacar adelante estos proyectos.

Y Borrull-Socorro vuelve al I+E

El arte alternativo también ha ido tomando forma en otra comisión cercana, la de Borrull-Socorro, que también ayer anunció que se reincorpora al grupo de fallas I+E (Innovación y Experimentación) construyendo una falla participativa a base de materiales reciclados. Este año empezará un lema circular de todo el año, «100iments», que permanecerá hasta el año 2021, en el que la comisión celebrará su centenario.