El Gremio de Artistas Falleros aprovechó la entrega del Ninot d'Or al alcalde, Joan Ribó, para formular una particular versión del «¿qué hay de lo mío?». Y no se trata de favores, sino de necesidades perentorias. Al colectivo de artistas se le acumulan las dificultades para sobrevivir laboralmente y como han recibido buenas palabras, era momento de recordarlo.

El galardón honorífico, por cierto, se le entregó ayer en el despacho de alcaldía, siendo la primera vez que se sabía de la concesión del galardón. De cara a la fiesta gremial del 30 de abril se comunica siempre los agraciados con la insignia honorífica. En aquella ocasión sólo se publicitó el galardón al líder de Ciudadanos en el ayuntamiento, Fernando Giner, por haber sido el impulsor del Plan de Revitalización de la Ciudad del Artista Fallero. Pero los representantes gremiales aseguraban ayer que «también se le concedió al alcalde y como tal consta en acta. Pero sabíamos que que no podría acudir a nuestra fiesta, por lo que se quedó en dársela otro día».

Y ese día fue el de ayer. Y fue entonces cuando se aprovechó para recordar el estado de las cosas. Ya va para medio año la aprobación general del plan que ideó Giner y que apoyaron unánimemente el resto de grupos con foto de grupo incluida. Hay medidas que son bastante fáciles y otras más a largo plazo. Ya en el momento de entregarle la insignia, el concejal Pere Fuset se adelantó a asegurar a los representantes del Gremio (encabezados por el maestro mayor, José Ramón Espuig) que «la próxima semana está previsto, por fin, que se reuna la comisión creada para ir avanzando en la toma de medidas». El alcalde aseguró al respecto que «una de las cosas que siempre me han llamado la atención en el ayuntamiento es la lentitud de los procedimientos, algo que quiero acortar en la medida de lo posible».

La Ciudad del Artista Fallero requiere una revitalización de la zona de viviendas y, sobre todo, de los talleres para convertirla en una especie de «Ciudad Creativa», con vertientes profesional y turística. En caso contrario, quedará definitivamente abandonada a su suerte. «Sabemos que hay unas necesidades, que vamos a resolver lo más pronto posible. Y cuando hablas de dinero, está claro que será en el presupuesto del próximo año, habilitando partidas que no habrá problema porque ha quedado demostrado que todos estamos por la labor. Sabemos que hay muchas necesidades en la ciudad, pero también sabemos en la Ciudad del Artista Fallero es un tema prioritario». La directiva gremial se conforma con que «el próximo año, cuando finalice nuestro mandato, podamos decir que el tema está encauzado. Sabemos que no es un tema fácil ni rápido. Pero que, por lo menos, tengamos la seguridad de que va adelante» aseguraba el portavoz Joaquín Esteve.

Una pinza a la profesión

Pero hay más. En el ayuntamiento también pronunciaron una reivindicación que afectaría sólo a las fallas de Valencia, pero que quieren que se extienda a todo el ámbito de la Comunitat Valenciana: conseguir que sólo los artistas falleros «profesionales» puedan plantar falla y que se colegien medidas para que así ocurra. Más en un tiempo en que el colectivo sufre la bajada presupuestaria y «la presión fiscal. Los que tenemos talleres legalizados no sólo cotizamos, sino que Hacienda nos presiona. Sin embargo, los que no están legalizados viven perfectamente porque no existen». Una verdadera pinza cuya solución pasaría por «tomar medidas para evitar que los que no son profesionales no planten. Y no queremos con ello cerrar las puertas a nadie porque, al fin y al cabo, hay resortes para que los que no están titulados lo sean. Nosotros no queremos excluirlos, sino que se legalicen. Si no, vivimos en un permanente estado de competencia desleal. Si se ha reglado la pirotecnia o los casales, no cuesta nada hacerlo con la profesión de artista fallero».

A estas alturas, esta salvaguarda sólo puede hacerse con medidas coercitivas, como sería, en ese caso, no poder participar en el concurso de fallas o no conceder subvenciones del 25 por ciento a quien no contrate un profesional del ramo. Y pedir el amparo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de quien se espera todavía una reunión.