Vicente Lorenzo es el artista a quien le cabe el honor de inaugurar un nuevo concepto dentro del Museo Fallero: las exposiciones temporales, con las que, a partir de ahora, se destacará la trayectoria y la producción profesional de diferentes personas relacionadas con la plástica fallera. La exposición, «Lorenzo. Traços, esbossos i cartells», destaca la polivalencia de Lorenzo, que ha sido capaz de desarrollar con éxito diferentes facetas artísticas, como son la de cartelista (ora de publicidad, ora de fiestas o eventos), bocetista, dibujante, retratista y artista fallero. La sala de exposiciones temporales lleva el nombre de Josep Alarte, personaje clave en la historia de la cultura festiva en los años sesenta, setenta y ochenta. Con su inauguración (permanecerá hasta el mes de diciembre) que será hoy a las 20 horas, también se estrenarán las obras de remodelación del recinto de Monteolivete, que se ha visto beneficiado con su primer «lavado de cara» y que, por este motivo, mostrará también las mejoras en diferentes dependencias. Más adelante se llevará a cabo la entrega de los ninots indultados de 2016, que ya están en la sede, pero para el que falta el acto protocolario.

Durante las obras se han llevado a cabo cambios en la iluminación de las salas, con focos de leds para mejorar la visibilidad de los ninots indultados y los carteles y reducir el consumo energético. Además, se han repintado todas las salas, con colores diferentes para cada una de las colecciones, y se han sustituido carteles históricos deteriorados, fundamentalmente de los años 30, por impresiones de los mismos años que se han conservado en el Archivo Histórico Municipal. También se han cambiado los carteles explicativos y señales del museo incorporando el inglés y francés.

En una segunda fase de la reestructuración, que comenzará en otoño, se restaurarán ninots indultados y carteles anunciadores y, según anunció el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, se diseñarán actividades culturales «para mejorar la conexión del Museo Fallero con las comisiones falleras y reforzar la llegada de un turismo cultural de calidad».

Estos arreglos, que han costado 59.791 euros, se realizan poco después del cambio de condición del recinto, que ya ha alcanzado la condición oficial de Museo.

Trasladar la JCF, en la agenda

El proyecto más ambicioso del Museo Fallero va mucho más allá de unas mejoras sobre lo ya existente. En el cajón de proyectos está la conversión de la totalidad del recinto de Monteolivete en un espacio cultural dedicado a la fiesta fallera. Para llevarlo a cabo haría falta una amplia remodelación del mismo y un proyecto no menos costoso como sería el de trasladar la actual sede de la Junta Central Fallera a otro espacio para seguir desarrollando su labor coordinadora de la fiesta.