Ser la fallera mayor de una comisión el año de un centenario es un reinado con doble lustre. Otras se conforman, como Andrea Fernández con ser lo que fue: «la fallera mayor del 101 aniversario de Lope de Vega». Es como el «no cumpleaños» del País de las Maravillas. Llegó a esta comisión procedente de la de República Argentina-Doctor Pallarés Iranzo, en el barrio de l´Amistat donde «no fui fallera mayor infantil y convencí a mi padre de ser. Por acumulación de casualidades y oportunidades acabé en Lope de Vega. Allí sí que conseguí ser fallera mayor y allí me quedé por todo lo que allí descubrí».

Y tras el reinado también fue finalista para la corte de 2004, de cuya final en Viveros hay este año varias «damnificadas» que no lograron su sueño y lo persiguen ahora. Las pasadas fiestas fue la fallera mayor «porque toca cuando toca. Era el año que mejor se adaptaba a mi y a mi familia y había que aprovecharlo». Siguiendo la norma de otras agraciadas en la plaza, lo redondeó con un primer premio de falla.

Suele pedirse a las candidatas tener un buen currículum fallero. Andrea defiende el suyo: «desde los 17 años participo en las delegaciones tanto de juveniles que es donde estoy ahora, como en la de play back. También estoy en festejos en la Agrupación. Somos pocos en el barrio y todas las fallas céntricas nos tenemos que esforzar el doble para sacar adelante los proyectos».

Pero hay veces que el currículum extra fallero es aún más sustancioso. Acabó el grado superior de Comercio Internacional. Bien. Trabaja en una consultora de marketing. Bien. Marketing online, redes sociales, Community Manager. Bien. Pero «sobre todo, me siento orgullosa de haber participado el año pasado en el primer premio al Producto Eco Innovador. Yo hice el plan de marketing dentro de un trabajo que hicimos cinco amigas. Ganamos la fase nacional y representamos a España en el internacional Ecotrophelia Europa 2015 de Milán».

¿Cual era el ingenio en cuestión? «VeggieBO. Se trata de unos polvos para hacer brioche de microalgas con el microondas. Ahora, nuestro sueño es que se pueda comercializar. Y está muy bueno».