La comisión de Doctor Domingo Orozco-Bailén fue, durante una larga época, la más grande del censo fallero. Eran un montón. Siguen siendo muchos, pero menos, que ahora están en el puesto 65 del ranking. «La verdad es que no fue algo drástico, de eso que, de repente, se van cien de golpe. También hemos tenido que comprar el casal y eso se nota... hemos tenido que ir adaptándonos a las circunstancias y no por ello dejamos de pasarlo bien». Tanto es así, que no han dejado de tener peso específico en la fiesta. Porque si Carla Tejera, la preseleccionada de Barón de Patraix, fue la ganadora en individuales del concurso de play back de la Junta Central Fallera, ella fue subcampeona en grupos. «Yo interpretaba a un policía».

Paula Arnau fue fallera mayor infantil en 2001 y llegó a ser preseleccionada. «La mayor puede entender mejor lo de no salir. La niña no. Yo creo que lo llevé bien porque, en ese sentido siempre he sido bastante madura». La suerte les esperaba en casa años después: «mi hermana sí que estuvo en la corte infantil de 2006, la de Nuria Llopis». Así que el destino ha hecho unir en la final de 2017 a dos «adosadas»: ella como hermana de Andrea y Carmen Llopis como hermana de la fallera mayor infantil. «Yo era más mayor, ya tenía 14 años, pero si: formaba parte del grupo de hermanos que van a todo lo que pueden. Tuvimos mucha suerte porque quedó una relación muy bonita. Los padres se siguen viendo».

Ya está graduada en ADE y no dudó en tomarse el año con más tranquilidad. «He estado estudiando inglés y ya tengo el nivel B2. Y quería poder disfrutar bien en el año de fallera mayor». Tiene toda la vida por delante.