Las candidatas a corte de honor (el sábado) y posteriormente a fallera mayor de Valencia (el 10 de octubre) vivieron ayer su última gran prueba: el ensayo general, convertido en un último pase vestidas de valencianas. Los jurados consideraron interesante hacer un último visionado de uno de los requisitos importantes, el aspecto físico con la indumentaria tradicional. Y así, todas ellas hicieron la entrada y salida del terreno de juego del pabellón al ritmo de la música -y en medio de un calor sofocante-.

Esta es la última gran oportunidad para tan particular examen. Lo que para miles de aficionados a esta peculiar parte de la fiesta es una «quiniela», para los jurados es un examen en toda regla, del que tienen las jornadas de viernes o sábado por la mañana para encajar las últimas piezas.