Los partidos de la oposición en el ayuntamiento se abstuvieron a la hora de votar las cuentas y luego le pusieron peros. Especialmente, al comparar el desfase entre lo previsto y lo ejecutado en las cuentas todavía vigentes de 2016.

El más beligerante fue el representante del PP, Félix Crespo, quien tildó las cuentas de «irreales» por lo que ha sido su hilo argumental durante todo el año: la entrada de modificaciones de crédito a favor de la Junta Central Fallera, augurando que «al día siguiente de su aprobación empezará a recibir trasvases de crédito por la mala planificación, que no ha tenido en cuenta los gastos reales del ejercicio anterior. El de 2016 ha recibido seis modificaciones presupuestarias». Y también criticó el concepto de los «llamados presupuestos participativos, dotados con 20.000 euros, que no se ha ejecutado lo que aprobó la asamblea de presidentes y en las nuevas cuentas ni siquiera aparecen de forma singularizada» es decir, en un epígrafe particular. También criticó la reducción de ingresos de la Exposición del Ninot, que Fuset replicó diciendo que «dudo mucho que nadie piense que ha sido una mala decisión cambiar de lugar. Si es para ganar dinero, si quiere, la montamos en la sede de la JCF y nos sale gratis».

La concejal Amparo Picó, de Ciudadanos, mostró desconfianza por que «el organismo fallero no ha tenido en cuenta el gasto real de este año que ha tenido un importante incremento sobre el presupuesto inicial. Y todo presupuesto debe ser realista. El de 2016 difiere notablemente del gasto real que ha hecho la Junta Central Fallera. La corrección realizada en la previsión de 2017 es todavía insuficiente». Por contra, sí que ponderó «el esfuerzo de los gestores en minorar la cantidad en las partidas de "gastos diversos"».

También dio el visto bueno a la promoción de la Unesco con 100.000 euros pero avisa de que realizará seguimiento sobre cómo se efectúa el gasto y «si se cumple la legalidad».