Una fallera mayor de Valencia que es reciente, que ha dejado una excelente imagen, que tiene la carrera de derecho finalizada y que está preparándose para ser juez reúne muchos condicionantes para opinar de un documento que «sí: me he leído». Estefanía López Montesinos lanza su dictamen: «a nosotras no nos dieron un texto por escrito. Nos lo dijeron todo de palabra el primer día que nos reunimos con la directiva de la Junta Central Fallera y ahí acabó todo». Porque, en lo tocante al artículo de la discordia, el ya retirado de la indumentaria de paisano, «a estas alturas, todos somos conscientes de donde estamos. Hay normas que no son necesarias. Te pueden decir cosas de palabra, bien, pero es más que suficiente. Ahora, si las pones por escrito, da la sensación de que las que hemos pasado antes por ahí hicimos algo mal».

También apela a que «hay que pensar que si hemos sido elegidas, es tras haber pasado pruebas. Incluyendo vestidas de particular. Y que el jurado ha tomado nota en ese sentido. Cosas como lo de vestir colores sobrios o bolsos grandes son cosas que se sobreentienden tanto, que no era necesario. Más aún: siempre se dice el tipo de ropa aconsejable y si en algún momento teníamos alguna duda de como vestir, nos mandábamos mensajes. Era innecesario que quedara escrito».

«Mi experiencia es que nunca nos tuvieron que llamar la atención porque entendimos las cosas a la primera». De cualquier modo, el articulado, sea necesario o innecesario plasmarlo en un texto, «entra en su gran mayoría en una normalidad. Lo que se indica son recomendaciones previsibles». Sí que contempla como nuevo «la obligación de la fallera mayor de no poder estrenar trajes y emplear los oficiales, en determinados eventos. Eso sabemos todos que es una novedad de este año».

En su condición de licenciada en derecho, Estefanía López considera que, a bote pronto, «no hay nada en el texto que atente contra ninguna cuestión legal», pero sí que considera «inadecuado tener que firmarlo y no recibir una copia».