El concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Pere Fuset, abogó ayer por que «las mujeres falleras sean quienes elijan el reglamento que las ha de regir». «Las mujeres han de ser mayoría en la comisión que redactará la nueva normativa sobre vestimenta», sentenció.

Fuset opinó ayer que se ha de «relajar» y «naturalizar» el protocolo sobre vestimentas de falleras que comenzará a elaborarse esta próxima semana después de que se suspendiera el actual tras hacerse público su contenido.

Fuset, en declaraciones a Levante-EMV, hizo hincapié en que esta es su opinión personal y que «ha de ser el mundo fallero» quien determine la nueva normativa. «El mundo fallero necesita cambios y sus ritmos suelen ser lentos, pero ha de ser por consenso», señaló para insistir concretamente que «cambios como el del protocolo son convenientes pero ha de ser el mundo fallero quien los realice».

Como publicó este diario, el manual oficial de vestuario de calle para las falleras exige escotes discretos, utilizar colores sobrios y no llamativos, que la falda como mínimo esté por encima de las rodillas, que se utilicen zapatos con tacón, o evitar complementos extravagantes. Este año ha trascendido por primera vez una serie de normas que hasta ahora„desde hace al menos 20 años„ eran de uso privado, y que se les leyó e instó a firmar a las 144 aspirantes a fallera mayor de Valencia.

El viernes por la tarde la JCF decidió suspender las normas sobre la vestimenta dado el revuelo causado al hacerse públicas. La entidad señaló que la nueva reglamentación deberá contar con la colaboración de los servicios de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia y tener una «visión contemporánea y coherente con el valor de la mujer en la fiesta»

La directiva de la JCF señaló en un comunicado que ya se había puesto sobre la mesa en la última Asamblea de Presidentes la necesidad de revisión del documento y que la «profunda revisión» del texto será efectuada a partir del martes «con la imprescindible participación de todos los agentes falleros y contará con la aprobación interna de los órganos de decisión democrática de la JCF».

Rechazo al articulado

Fuset mostró ayer su absoluto rechazo a este articulado que explica cómo han de vestir las falleras expresando incluso términos como «decoro», e indicó que «evidentemente hay que hacer autocrítica y es el no haber realizado los cambios antes de que se les entregara a las falleras». «Debería haber detectado antes su existencia para abordarlo, aunque los ritmos para realizar cambios en las Fallas no son siempre lo rápidos que puede querer el presidente de turno», apuntó. Al respecto de artículos como el que señala que el acompañante puede impedir a la fallera que salga a la calle si no va según la normativa, Fuset apuntó que es «absolutamente inapropiado». «No ha pasado nunca y espero que no pase. El jurado realiza una selección de la corte que es lo suficientemente madura para esto», indicó.

Del mismo modo, señaló que si no se habían puesto antes por escrito ni se habían hecho público por parte de anteriores presidentes de la JCF era porque era evidente de que podría causar polémica. Una vez salió a la luz, Fuset señaló que «había que ser honestos y valientes. Aunque no deseada, bienvenida sea la polémica si con ello avanzamos en igualdad. Y es que lo que no se sabe no se puede criticar. Ahora que se sabe se puede abrir el debate», destacó.

«Me siento muy avergonzado por este reglamento y muy triste como fallero y feminista», sentenció el concejal de Cultura Festiva.

Eso sí, no duda en apuntar que ha habido intencionalidad de un sector del mundo fallero para crear polémica. «Llevo un año trabajando por hacer piña en las Fallas y lo han forzado a divulgar quienes muestran complicidad con los que redactaron la normativa. Lo han hecho para crear polémica en un momento en el que toda nuestra fuerza debería estar centrada en nuestro mayor reto como es el reconocimiento de la Unesco».

Más protagonismo institucional

Pere Fuset explicó ayer a este diario que considera necesario «relajar» y «naturalizar» el protocolo, adecuándolo a los actuales tiempos «como se está haciendo en las administraciones o las empresas privadas». «Creo que es innecesario tener un protocolo por escrito tan detallado, hay que respetar la libertad de las personas y confiar sobre todo en el sentido común», sentenció.

La reglamentación, en opinión de Fuset, «ha de estar para ayudar y no para complicar» y destacó que «hemos de trabajar para que cada vez más la fallera mayor y la corte sean más embajadoras de nuestras fiestas». Así, resaltó el actual protagonismo otorgado a las falleras mayores en el balcón del ayuntamiento durante las fiestas josefinas „que incluyen que el alcalde quede en segundo término„, o que por primera vez haya hecho de su puño y letra un saludo en el libro fallero.

En este sentido, destacó la importancia de que la fallera mayor, Raquel Alario, haya estado recientemente en Bruselas siendo una parte muy activa del equipo que debía extender las marca Fallas en Europa de cara al soñado reconocimiento de la Unesco. «Potenciamos que las falleras hablen donde antes únicamente desfilaban», defendió el concejal.