El presidente de la Junta Central Fallera, Pere Fuset, explicó ayer a este diario que, cuando hubo cambio en la JCF, de la que salió el popular Francisco Lledó, se toparon con que «se habían borrado todos los archivos de los ordenadores del área de protocolo de la Junta Central Fallera», si bien encontraron en uno de ellos los documentos con las normas de protocolo de los anteriores ejercicios.

Así, Fuset quiso hacer hincapié en «demostrar que esas normas ya estaban» a su llegada al cargo, y que «la única diferencia es que se les hizo firmar a las falleras». «Reconozco el error de la directiva de haber hecho firmar este documento y estamos reflexionando para ver las responsabilidades que asumiremos», reconoció.

Así, Pere Fuset destacó que en todo momento esta decisión de que se firmaran y se hicieran públicas posteriormente atendía a un ejercicio de «transparencia», que se hizo así para que todo quedara más claro por escrito que verbalmente. Además, recordó que «en cuanto tuve conocimiento del contenido de esta normativa anuncié su modificación en la Asamblea de Presidentes».

Asimismo, incidió en que la JCF suspendió las normas para elaborar unas nuevas directrices de protocolo, para las que Fuset aboga que sean las mujeres falleras quienes las confeccionen. Como publicó Levante-EMV ayer, Fuset explicó que debería haber detectado antes su existencia para abordarlo y al respecto de artículos como el que señala que el acompañante puede impedir a la fallera que salga a la calle si no va según la normativa, Fuset apuntó que es «absolutamente inapropiado».

Fuset ha defendido que si no se había hecho público este reglamento por parte de anteriores presidentes de la JCF era porque era evidente que podría causar polémica. Señaló que quienes forzaron que se hiciera pública eran cómplices de quienes redactaron las normas y que había una intención por crear conflicto.