De todos los colectivos profesionales implicados en la fiesta fallera, el que más está sufriendo es, sin duda, alguna, el más importante de todos: el de los artistas falleros. Por eso, los representantes del Gremio invitados ayer al acto en el Salón de Cristal se sumaron a la celebración, pero con un punto menor de entusiasmo. O, dicho de otra forma, sin olvidarse de las asignaturas pendientes. No es de extrañar, por ello, que el secretario del colectivo, Ximo Esteve, mantuviera una conversación con, por ejemplo, la edil Pilar Soriano, en la que le advertía que «si no os movéis, las cosas no las podremos celebrar».

Y es que la realidad es tozuda y dramática: el cierre de talleres y el escasísimo aumento de los presupuestos. Diabólica combinación que conlleva una situación que sólo se arreglará con un saneamiento general de la profesión. Pero Esteve se refería, sobre todo, al proyecto de activación y dinamización de la Ciudad del Artista Fallero, que marcha a una velocidad exasperantemente lenta para las urgentes necesidades del colectivo.

«Las Fallas han hecho historia»

El maestro mayor del Gremio, José Ramón Espuig, fue políticamente correcto y no se refirió a estos temas en su alocución general. «Las Fallas han hecho historia» al ser declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial. «Este reconocimiento mundial es la recompensa a nuestros antepasados que vivían para la fiesta y el regalo que dejamos a nuestros nietos».

Porque si la transmisión entre generaciones es importante en los criterios de la Unesco, precisamente el oficio de artista fallero es uno de los que más lo ha vivido. «Se ha pasado de padres a hijos, de maestros a aprendices, que han continuado trabajando las técnicas artesanales pero adaptándose a las nuevas tecnologías».

Ahora, dijo también, «después de cinco años de espera, las Fallas son patrimonio de todos, y los artistas hoy estamos muy felices de pertenecer a esta gran fiesta. Muchísimas gracias a los que han trabajado, que han sido muchos y durante mucho tiempo». La lucha por la supervivencia para todos los artistas falleros, sin embargo, no ha hecho más que empezar.