«Rita Barberá estaría orgullosa de esto» aseguraba el concejal Félix Crespo. Tanto él como Francisco Lledó forman parte del proceso de gestación de la declaración: ambos ocuparon la delegación de fiestas en las anteriores legislaturas. Bajo el mandato del primero empezó el proceso y con el segundo prosiguió. Las dos piezas de la particular «carrera de relevos» a la que se refirió el alcalde, Joan Ribó.

Félix Crespo se refería a la alcaldesa recientemente fallecida porque rememoraba que «cuando se nos ocurrió preparar la candidatura y se lo expusimos, ni siquiera nos dejó acabar. Nos dijo que lo lográramos como fuera. Cada equis meses preguntaba cómo iban las cosas. Me decía si había que llamar a alguien...».

El edil se remontó «al año 2009, cuando hacíamos lo que podíamos, con las limitaciones que tiene la Junta Central Fallera, con una delegación de promoción exterior. De ahí salió la idea de sacarlo adelante. Jorge Guarro se puso a trabajar, se creó el equipo y se acompañó de las mociones en el ayuntamiento, pleno de la JCF y asamblea de presidentes. No podíamos imaginar que las cosas acabarían así de bien, pero así ha sido. Y la sensación es la de un orgullo enorme». Consideraba necesario «repartido en partes iguales entre los cien mil falleros de Valencia y los otros tantos que hay en las poblaciones».

Francisco Lledó añadió otros protagonistas del éxito, que posiblemente caen en el olvido: «todos aquellos que han sabido mantener las fallas no sólo ahora, sino en los 150 años anteriores. Porque esos también son parte de este éxito».

Lledó tuvo que pasar un momento malo: cuando la decisión se retrasó. «A mi me pilló el periodo en el que se cambiaron los criterios y pasó a reducirse el número de candidaturas por país y año. Eso es lo que llevó a las Fallas a este año. Este cambio de criterio fue un problema en primer término pero ahora nos ha favorecido porque, desde entonces, el número de patrimonios que se apruebas es menor y son más selectivos. Así que ahora, estar ahí dentro tiene más mérito». También recordó que las campañas de promoción finales empezaron bajo su mandato «cuando, a finales de marzo de 2015, vino la secretaria de la Unesco, Irina Bokova, que se llevó un buen dossier de lo que significaban las fallas. En Valencia es donde se reunieron para cambiar los criterios». En cualquier caso, Lledó subrayó también «el apoyo y la preocupación que siempre tuvo Rita Barberá» y «la seguridad de que es un éxito logrado entre todos». Lo mismo que Crespo, que destacaba «que esto es una demostración de la fuerza que tienen las fallas y el enorme movimiento social que supone».