Tras las dos normas de 2008 y 2010, el siguiente documento aportado por la actual directiva de la Junta Central Fallera es el 'Manual de Protocolo'. No es una carta, como los dos anteriores, y no está ni firmado ni fechado. En su declaración de intenciones lo denominan como «normas básicas de buenas prácticas, teniendo carácter privado de la Delegación de Relaciones Públicas y Comunicación para uso de las niñas y señoritas».

Este texto ya incluye las disposiciones de la discordia al trasladarse a 2017: «os indicamos algunas directrices a tener en cuenta». Y ahí aparece lo por todos conocido: «se deberán evitar las transparencias y los escotes excesivos, se recomiendan colores sobrios, el largo de la falda será como máximo por encima de la rodilla, siempre se deberán usar medias» o «el uso de pantalones vaqueros queda restringido a aquellos actos en los que sea autorizado previamente».

También se incluyen normas para el uso de redes sociales, recomendando «supervisar la privacidad de vuestro perfil para controlar el acceso a la información de personas desconocidas o de poca confianza» y evitar «subir fotos comprometidas» para «cuidar la imagen».

También en estas normas se hace referencia de forma explícita a la relación fallera-acompañante: «tendreis una relación cordial con las personas que componen este equipo, evitando en todo momento y en público sobre todo, los excesos de confianza».

Otras normas hacen referencia a la conducta en los actos. Por ejemplo, que al llegar a un acto, además de colocarse rápidamente a la misma altura que la pareja (las cortes de honor se agrupan por parejas de estatura) se «evitará acicalarse o realizar aspavientos».

La entrada al acto se describe explícitamente: «se hará de forma silenciosa, sin saludar con la mano y sonriendo de forma discreta a modo de agradecimiento por los aplausos y muestras de cariño recibidos». Se recomienda prestar atención al desarrollo del acto «evitando hablar, bromear, etc» y que el desfile por la pasarela «lo haréis de forma sosegada, sin llegar a ser lenta y siempre sonriendo». Para acabar con una recomendación par evitar indiscreciones: a la hora de marcharse, evitar «hacer comentarios del acto presenciado».

Por último, se pide «para salvaguardar la imagen de la institución», evitar las polémicas: «los problemas que puedan surgir no deben trascender al público ni a la prensa».