Las investigaciones con paja de arroz como posible material para construir fallas es una perspectiva ilusionante por lo que supondría (producto ecológico, «cremà» más limpia, menos peligro en los talleres...), pero los profesionales tienen claro que hay mucho camino por recorrer y que la profesión tiene, ahora mismo, otras preocupaciones. Así lo reconoce el maestro mayor del Gremio de Artistas de Valencia, José Ramón Espuig, quien ayer mismo recibió una llamada de los responsables del proyecto de la Universitat Politècnica para reunirse con ellos. Pero si el prototipo ideal está todavía por desarrollarse, a este material le quedan otros obstáculos que salvar. «Una vez se demuestre que el material puede sostenerse bien y que arde bien habrá que pensar en qué precio va a tener. No sea que nos encontremos con que vale doscientos euros la bala, por decir una cifra. Y luego está la cuestión de la tecnología. ¿Cómo vamos a afrontar una máquina nueva si en estos años hemos hecho inversiones que veremos cuando acabamos de pagar?».

Por todo ello, el maestro mayor mostraba un cierto escepticismo. «Me da que pensar que es una declaración de intenciones para llenar páginas». Aunque, aún así, recordaba que «hace 30 años, nadie ponía corcho en las fallas y no nos imaginábamos que llegaría. Y ahora es lo que usamos».

Precisamente, uno de los aspectos que se señala como importante para encontrar un nuevo material son los problemas que salud que puede dar el corcho a quienes lo manipulan. «Nosotros ya sabemos que el corcho nos hace daño. Pero es lo que tenemos que usar porque así se demanda. ¿El cartón? Estamos trabajando con presupuestos de la época del cartón». De forma sombría recordaba no ya la sospecha de las enfermedades sufridas por artistas que trabajaron en poliéster, sino el temor de que el poliestireno expandido esté causando estragos.

Crisis general del sector

«Los artistas tenemos un problema enorme de financiación, condiciones económicas, falta de apoyo, cierre de talleres y, en definitiva, crisis general en el sector. Nosotros tenemos esa prioridad. Si eso tiene solución, el material vendrá por sí sólo. Me parece bien que se apoye la experimentación, pero pensamos en otras cosas» concluyó Espuig.