El casal de Barón de Patraix-Cuenca acogió anoche una liturgia que se repite no año tras año, sino década tras década. Porque con el de ayer son 35 las veces en que, de alguna forma o de otra (firmando un contrato o presentando un boceto, que eso antaño no se llevaba tanto) se ha rubricado el compromiso con el artista Luis Herrero. Algo que empezó de forma casi accidental en 1983: «les tuve que hacer una falla después de Reyes porque habían tenido problema con el artista». Le renovaron la confianza, luego otra, otra y así hasta ahora. Y las que quedan por llegar. «Si por mi fuera, me encantaría plantar hasta que me jubile». Luis Herrero, con una trayectoria más que reconocida, tiene 61 años. Le quedan cuatro «aunque estoy haciendo cuentas y, quien sabe, igual decido acabar a los 63. Todos sabemos cómo están las cosas y si uno hace números igual resulta que es mejor acabar antes y cobrar menos que no perder dinero». Eso tiene que llegar. De momento, lo más inmediato es el nuevo proyecto con los «barones». Una relación que se plasma, año tras año, con poca discusión. «Así da gusto, desde luego. Nuestra conversación es "ale, prepara un boceto. Tenemos esto de presupuesto" y así empezamos». Como para no estar satisfechos: salvo ese primer año con la falla de urgencia, en los 33 anteriores ya celebrados no ha dejado de proporcionar ni una sola vez un premio. Ya sea de falla o de ingenio, sólo con su trabajo ya ha llevado a los falleros a la plaza del Ayuntamiento el 17 de marzo. Incluyendo, cuatro victorias.

Si Luis Herrero es el «Ferguson de las Fallas» actual, algunos artistas le siguen el camino. A pesar de que plantar en una comisión suele ser tan «caliente» como un banquillo de fútbol. Pocos son los que consiguen alcanzar cinco años seguidos actualmente: poco más de medio centenar. Entre ellos, el que le sigue es José Jarauta. Oficialmente, con 21 años seguidos en Lope de Vega, aunque alguno más plantó sin nombre. Y una comisión modesta como Hellín-Giménez y Costa lleva 19 seguidos con José Andrés Ibor, y 23 en total.

Pero si hay un artista que es de amores prolongados, ese es Arturo Vallés, quien en el listado de honor aparece nada menos que cinco veces. Lleva 14 años en Jacinto Labaila, doce en Escultor García Más, diez en Barón de San Petrillo... su marca de 83 fallas en tan sólo 17 demarcaciones es «imposible».

«Es la facilidad que supone trabajar con alguien que es uno más de la falla. Cuando él llegó aquí, yo tenía 19 años, mi padre era directivo... y ahora que es mi primer año de presidente, la confianza es la misma» dice el presidente, Sergio Cortell, que sólo pide «tener la misma suerte que en los años anteriores, que en este debuto en la presidencia. Pero es tanta la confianza que siempre nos ha dado que, si por nosotros es, llegaremos hasta donde él diga». Anoche, a una nueva firma de contrato.