Después de los años en que la playa albergó la «mascletà» napolitana, el programa de festejos incluyó, en uno de los sábados grandes de fiesta, un gran disparo en el Jardín del Turia. Dos años después se considera que el modelo está agotado y el programa de 2017 incluye como novedad un nuevo disparo, la «mascletà vertical», que permitirá a los asistentes contemplar la pirotecnia de una forma diferente a la convencional.

El acto tendrá lugar el sábado 25, a las ocho de la tarde; es decir, cuando ya haya anochecido, por lo que será un disparo mixto de ruido y luz. Y aunque los responsables de la misma no han querido todavía adelantar muchos más datos, el más importante es el que hace referencia al terremoto, que se moverá en vertical, sujeto por grúas y que alcanzaría los 50 metros de altura.

El 8 de octubre hubo «levitación»

Este disparo, que realizará la pirotecnia Ricardo Caballer, se enmarca dentro de la línea de innovación pirotécnica, que tuvo sin principal expresión en el programa de la Gran Fira en el mes de julio, en el que se ensayaron o recuperaron fórmulas. En aquella ocasión, por ejemplo, Ricardo Caballer volvió a disparar para el ayuntamiento con el piromusical del Museo Príncipe Felipe.

En la noche del pasado 8 de octubre, la Pirotecnia del Mediterráneo ya disparó unos «fuegos en levitación», en el que una torre metálica, en la que estaban engastadas las carcasas, permitía contemplar el disparo en diferentes alturas y dando la impresión de que surgían de la nada. En este caso, la impresión la dará el movimiento de las tiras de «masclets» con su combinación de sonido y luz. Este disparo será, además, el evento que organiza la cervecera Amstel más allá de su particular campaña de imagen. El año pasado sufragó la «mascletà para la Unesco» el último día de febrero. Este año, esa fecha será la «mascletà composer» que organiza Arroz La Fallera.

El precedente de Guo-Qiang

La pirotecnia en vertical tiene su máxima expresión en la «Escalera al Cielo» que creó el artista Guo-Qiang y que materializó en junio de 2015. En aquella ocasión, y tras dos intentos previos, elevó hasta 500 metros de altura una escalera pirotécnica.