El concejal de fiestas del ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, encargará al abogado del ayuntamiento el informe sobre la situación en la que queda el miembro de la Junta Central Fallera Jorge Guarro, después que la sentencia sobre el caso Gürtel se haya saldado con una condena de inhabilitación —aparte de la penal— para ejercer cargos públicos. El concejal ha preferido solicitar el informe a una instancia superior que no a la delegación de incidencias, formada por falleros que también han compartido presencia en el máximo organismo fallero en las mismas condiciones que su compañero de entidad.

La condena a Jorge Guarro ha dejado una situación inusual, puesto que, como vocal electo de la Junta Central Fallera y elegido por los falleros de su sector, plantea una cuestión legal que, en gran medida, debe delimitar el papel de la Junta Central Fallera dentro de las instituciones públicas.

Críticas a Fuset

Uno de los aspectos que más han llamado la atención tras la condena ha sido las masivas manifestaciones de apoyo a Guarro en todo el espectro fallero, tanto ideológico como de estamentos. Pero en medios municipales, incluso del equipo de gobierno, no han gustado las declaraciones de apoyo «en lo personal» del concejal Pere Fuset hacia Jorge Guarro, recordando que, como portavoz del grupo Compromís, solicitó la salida de los concejales del PP que se encuentran en situación no de condenados, sino de imputados. Ya cuando Guarro fue imputado, el alcalde Joan Ribó se mostró crítico contra Francisco Lledó por mantenerle en el cargo, algo que provocó una división de opiniones en el grupo.