La época de Carnavales, que empieza ahora, permite contemplar cómo las artes plásticas similares a las fallas están presentes también en otros lugares del mundo. Resulta por ello significativas imágenes como las de Río de Janeiro. Más allá de los desfiles universales existe un trabajo previo, que es el que se ha ultimado en los últimos tiempos. Y allí, tal como sucede aquí, el «corcho blanco» es el material empleado para realizar las esculturas de las carrozas tematizadas. La agencia Reuters, por ejemplo, ha distribuido imágenes en las que se ve a artistas modelando caras a imagen y semejanza de lo que se puede ver en cualquier taller fallero.

Pero si hay un lugar que se tiene como ejemplo, es el de la ciudad de Viareggio, donde el pasado fin de semana empezaron ya a aparecer carrozas, que continuarán hoy y en los dos próximos fines de semana. Esta ciudad italiana dispone de la «Cittadella», una versión avanzada de la Ciudad del Artista Fallero y, de alguna forma, el modelo en que fijarse para la reactivación del espacio en el futuro. Las naves forman un óvalo con acceso a una plaza central, que es tanto lugar para hacer maniobras como espacio para celebración de eventos al aire libre. Y en una esquina, un edificio con restaurante, museo y sede de la fundación. Un espacio también separado de las viviendas, como en Benicalap, pero incluso más pequeño que hace las veces de reclamo turístico. En Viareggio, las carrozas se clasifican por categorías, presentan bocetos, tienen lema y tienen artistas. Los Roberto Vannueca, Massimo Breschi o Alessandro Avanzini son los Carlos Carsí, Julio Monterrubio o Pere Baenas de turno.

Las expresiones de «esto se acaba» están más que justificadas porque el tiempo se va agotando. Este fin de semana, por ejemplo, concluye con un verdadero maratón el concurso de presentaciones, tanto mayores como infantiles con cuatro y tres representaciones, respectivamente. Al inicio de semana se dará a conocer el veredicto, que en la edición de 2017 tiene el aliciente de haber unificado el concurso adulto, con lo que todos los «grandes» compiten por igual.

El patio interior de la sede de la Policía Local fue el escenario para otro ritual de esta época: la entrega de los coches oficiales a las falleras mayores de Valencia. Nuevamente es Ford, a través del concesionario Vedat Mediterráneo, la marca que llevará, a partir de ahora, a los dos cortejos. Este año, con la novedad de que serán vehículos híbridos, dentro del compromiso con el medio ambiente. Raquel Alario y Clara María Parejo llevarán sendos Ford Mondeo mientras que las cortes llevarán cuatro y cuatro Ford Galaxy.