La ciudad de Nueva Orleans ha homenajeado a las Fallas durante el desfile del Mardi Gras, en lo que supone un reconocimiento internacional. La fiesta fallera y su plástica se equiparaba a algunas de las fiestas más conocidas del mundo, como los carnavales de Río de Janeiro o Venecia, el Día de los Muertos mexicano y otras similares. Cada una de ellas tenía una carroza alegórica. En el caso de las Fallas, la carroza tenía como elemento principal un demonio y estaba inspirada en el infierno, un argumento recurrente en la plástica fallera que hicieron de la carroza, a ojos falleros, perfectamente reconocible. En el interior de la carroza, los figurantes lanzaban regalos a la multitud que asiste como público a este evento, altamente emblemático en uno de los carnavales más famosos del planeta.
El Carnaval de Nueva Orleans tuvo en su día una gran relación con la fiesta fallera porque en la Ciudad del Artista Fallero se construían algunas de las carrozas que allí participaban, a través del entonces maestro mayor Salvador Gimeno.
La falta de reconocimientos populares en los grandes eventos festivos del mundo es uno de los grandes debes de la fiesta fallera que, a pesar de todo, sigue siendo muy desconocida a nivel internacional, siendo superada incluso en popularidad a nivel mundial por manifestaciones festivas como La Tomatina o los Encierros de Pamplona, que normalmente siempre están por encima en las clasificaciones de «mejores fiestas del mundo» de los portales de internet.
