El ejercicio de 2016 parecía una regresión al pasado, en el que las fallas clásicas de allá por los ochenta y noventa (Pilar, Convento y Antiga de Campanar) recuperaban la cotización perdida en los años de locura, cuando el mapa dio un vuelco e irrumpieron nuevas fuerzas (Nou Campanar, Exposición, Sueca...). Pero cuando más confiados estaban de que iba a ser así, aparecieron, sin hacer ruido, los miembros de la marea azulona, los ruzafeños de Cuba-Literato Azorín, para decirles que que esa victoria tendría que esperar, como mínimo, un año. Aquel clamoroso éxito dio la justa recompensa a una comisión amable, simpática, que merecía lo que en otras ocasiones no se le había concedido.
Han pasado doce meses desde que «los cubanos» irrumpieran con fuerza no en la Sección Especial, que ya estaban hace tiempo, sino en el particular Olimpo de la fiesta. Fue 2016 un año histórico por este motivo y ahora, doce meses después, los contadores vuelven a ponerse a cero.
El día 16 amanece con las mismas sensaciones que hace doce meses: que las tres grandes parten como favoritas. Pero visto lo que sucedió el año pasado, no estará de menos mantener el margen de confianza conveniente a la falla de Carlos Carsí. A pesar de ser maltratada por la lluvia y a pesar de que, nuevamente, la antropometría juega en su contra: tendrá que defender su primer premio, si puede, a base de escenas, de ese concepto de falla completamente redonda (algo que no tienen las otras tres). Pero tiene menos falla o bastante menos falla, medida por altura y peso, que las otras tres. Que, además, no están nada mal. Cualquiera de ellas tiene pergaminos suficientes como para que, al ser anunciado su premio, no sea una sorpresa. Lo sorprendente será que se pongan de acuerdo los once jurados, tanto por su heterogeneidad personal como por la variedad de estilos. Y además, los jurados que juegan con el pan de los artistas y que han tenido que «empollarse» un catecismo ético para que, si el veredicto no gusta, por lo menos que se hayan ganado el derecho a equivocarse y no avergonzarse de su actuación.
No va a ser fácil, como tampoco deshacer el resultado en los puestos inmediatamente posteriores. Ya no está el Mercado Central para llevarse el quinto premio, Almirante Cadarso, Sueca, Na Jordana, Duque de Calabria... todos quieren mejorar y poner en aprietos a Exposición, los sempiternos cuartos, mientras que Malvarrosa ya ha demostrado sobradamente su capacidad de supervivencia y Mistra-Murta busca que su aventura no sea efímera.
Una Sección Especial donde no se escuchará el apellido Santaeulalia por primera vez en décadas. Pero que reúne los sufi!cientes argumentos como para que sea especialmente prometedora.
Gallego renueva en Convento
Se apagan los rescoldos de las infantiles con la renovación de José Gallego en Convento Jerusalén. Algo ya hecho antes incluso de conseguir el primer premio. En mayores sólo se sabe que Monterrubio no continuará, dice. De lo demás, todo puede pasar.
