«Carmesina» es el nombre del particular salvoconducto que podrán conseguir todos aquellos que cumplan con un particular Camino no de Santiago, sino del Carmen: recorrer las catorce demarcaciones que componen el colectivo Falles del Carme. Se trata de una iniciativa que pretende fidelizar a aquellas personas que han visto en este recorrido una alternativa lúdica. El concepto de callejear por el barrio y contemplar sus fallas, muchas de ellas pequeñas, pero muy especiales por los rincones en que se plantan y porque muchas de ellas tienen apuestas estéticas especiales, ha llevado a este colectivo fallero a crear la figura de la Carmesina. En cualquiera de las comisiones se puede empezar la ruta, que se va sellando en todas las demarcaciones (hoy y mañana todo el día y el 18 y 19 por la mañana) y una vez obtenido el diploma, se entra en varios sorteos.

Este es uno de los pasos que está dando Falles del Carme para crear un sello particular en materia fallera en la que, a medio plazo, se pretende crear sinergias. Pocas rutas son, realmente, tan recomendables como la de recorrer estos espacios, algo que para no pocos ya es un ritual.