La de ayer fue una «mascletà» muy especial. Lo era porque la plaza estaba a reventar, porque a Reyes Martí le acompañaba un «ángel» y porque la experta pirotécnica «rompió la plaza». Confesó después del disparo que esa era exactamente su intención, «romper la plaza», y añadía: «un día 18 no puedes venir con 100 kilos». Al final fueron 210 kilos de material pirotécnico que se dejaron sentir en un final apoteósico que aplastó orejas y golpeó pechos con una contundencia que arrancó el clamor unánime de la la plaza.

Aún sonaban las últimas explosiones cuando el público ya comenzó a gritar mostrando su beneplácito a esta mujer que ayer decía estar acompañada por un ángel. Contaba emocionada que justo ayer hacía una semana que una amiga íntima, Susana, había fallecido repentinamente. Para ella iba dedicada la «mascletà» de ayer. Reyes Martí relataba: «nada más terminar le he dicho a mi marido que nos había ayudado Susana».

El disparo arrancó de forma acompasada, mostrando una intensidad bastante contenida, hasta el final con el que arrasó. En los últimos 35 segundos había tanto material pirotécnico como en todo el inicio. «Hay que saborear el inicio para que luego te arree la morterà. Sabíamos que no podíamos ir rompiendo orejas tan pronto. Teníamos que guardarlo para que al final la plaza cayese al suelo», explicaba.

Dio fe de la potencia de los más de 1.000 disparos el alcalde Joan Ribó, quien quiso sentir las explosiones desde la calle junto al edil de Comercio, Carlos Galiana. «La onda expansiva se siente en las piernas y eso entona», bromeaba el alcalde.

El balcón estuvo muy concurrido, con la presencia de representantes de las fiestas de Alicante, Murcia e incluso de las casas valencianas de Montpellier y la ciudad argentina de Mendoza. Estuvieron también la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, así como el periodista Javier Sardá y la actriz y presentadora Cayetana Guillén Cuervo.

Sardà calificó la experiencia de «insólita» y contaba que era la primera vez que acudía, aunque la había escuchado cuando hizo la mili en Paterna.

«Es una desmesura, es València, es una cosa ilimitada...¡fantástica!», añadía. Por su parte Cayetana contaba que había acudido a València con toda la familia y que era su primera «mascletà», y exclamaba: «¡He flipado!». «Es una explosión de emociones para todos los sentidos y además compartida».

Ayer Cruz Roja atendió a 128 personas, con 106 lipotimias, y siete personas heridas leves.