A las pocas horas de apagarse los rescoldos de la noche de San Juan en la Playa, esta festividad se reanuda hoy con la última de las citas: los actos en la calle que organizan las comisiones de falla. Es la segunda tanda de festejos autorizados por el ayuntamiento con las que las comisiones disponen de una jornada de libertad para poder salir a la calle y cortar éstas -no en todos los casos, porque alguna de las peticiones no se ha autorizado-, reunir a los falleros y disfrutar de una verbena, así como de actividades infantiles y un servicio de barra con el que se puede intentar obtener algún beneficio económico.

Con esta tanda de actos finaliza un primer ciclo del ejercicio, se pasa página y la actualidad empieza a dirigirse a otros acontecimientos globales, como las preselecciones a la corte de honor o la fase final de los campeonatos de truc y parchís de la Junta Central Fallera.

Las comisiones prácticamente repiten la cantidad de festejos organizados del pasado fin de semana. La coincidencia de las fechas con la presencia de numerosos falleros en Alicante (los hermanamientos son numerosos) no es óbice para que 130 comisiones las que salgan a la calle a ofrecer sus atracciones acuáticas, quinto y tapa, clases de gimnasia en la calle, comidas populares y verbenas, entre otros festejos.

Dudas del «programa germanor»

Uno de los rasgos del programa de este fin de semana es la ausencia de actos mancomunados. Tan sólo hay un acto más o menos masivo, como es el de Rojas Clemente, cuya fiesta agrupa a ésta comisión, Quart-Turia, Borrull-Turia y Lepanto-Guillem de Castro. También se han unido en Benimaclet dos comisiones de la zona de la avenida de Valladolid. Tras dos años de puesta en práctica, el «Programa Germanor» ha conseguido unificar a más de una veintena de comisiones, que han ganado en calidad como macro festejos (especial fama ha conseguido el Pinya Fest, el más masivo de todos), pero la duda es si esto es suficiente para las expectativas. A esto hay que añadir que, por el retraso de otras partidas, las subvenciones del año pasado aún no se han cobrado.

El festejo más llamativo hoy es la «faguera» de Sueca-Literato Azorín, el monumento más elaborado de cuantos se plantan y que tiene el sello profesional de Juanjo García.