La polémica social generada en las Fallas vivió ayer una jornada relativamente tranquila esperando la reunión de la Interagrupación de Fallas (al cierre de esta edición no había finalizado) en la que éstos preparaban la estrategia tras las críticas vertidas por el concejal Pere Fuset cuando anunció que dejaba los debates asamblearios. Una contestación que pasa por endurecer el mensaje o buscar la vuelta a la normalidad.

Esa vuelta a la normalidad, que de momento parece complicada, fue a la que se apeló en algunos de los mensajes. De hecho, hoy se trasladará también al pleno municipal, donde hay dos mociones presentas al respecto por la oposición.

El alcalde, Joan Ribó, no había hablado tanto sobre las fallas en tan poco tiempo como ahora. Y ayer reiteró el apoyo al concejal pere Fuset «y a la idea de despolitizar las fallas». Aseguró que conocía la medida que anunció este el martes por la tarde. «Es un planteamiento de consenso que tiene mi respaldo. Por supuesto que lo conocía».

Y no cerró la puerta al diálogo con la Interagrupación «igual que estoy abierto al diálogo con cualquier ciudadano, más con los presidentes de unas fallas. Evidentemente que sí, sin ningún problema. El único problema es que para dialogar hacen falta dos al menos y que se tiene que encontrar una hora conjunta. Esto es un problema de voluntad y de buscar un horario con la gente».

A ese diálogo también se refirió la socialista Sandra Gómez. «Vivimos este clima de tensión con evidente preocupación porque no es bueno. Pido a unos y otros que se tiendan puentes para evitar este estado de ánimo. Entendimiento, consenso, complicidad, son palabras que me gustan mucho más que una situación en la que no estamos cómodos».

Y también habló el protagonista, el concejal, quien en LevanteTV defendió su decisión de abandonar las asambleas asegurando que «el que es su mayor aliado no puede convertirse en un enemigo a abatir. Si, la enfermedad es delicada, pero yo espero un gesto. Confío que el escenario se producirá».

Sobre su continuidad dijo que «por la cabeza pasan muchas cosas y soy muy autocrítico. Pero estoy tan convencido de que no existen motivos para esta situación que no me planteo para nada no continuar. Independientemente de que cuento con el apoyo del alcalde».

También puso un ejemplo de su relación con la Interagrupación. «Hace años hubo una bajada grande de las subvenciones cuando llegó la crisis. Nadie dijo nada, nadie protestó. Yo, cuando llego, las subo y lo que hace la Interagrupación es recoger firmas en contra. No entiendo nada, de verdad». Y reiteró que «la situación no es buena, sobre todo porque quien más pierde son las fallas. Pero hace falta una interlocución despolitizada».

Espuig repite de maestro mayor

En otro orden de cosas, José Ramón Espuig revalidó ayer el cargo de maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros tras vencer en la votación a Jordi Palanca por un escaso margen de votos. Ha participado el 65 por ciento del censo de agremiados.