A pesar de ser el sector más prolijo en candidatos, los jurados de Benimàmet-Burjassot-Beniferri fueron más rápidos que los de Malvarrosa-Cabanyal-Beteró a la hora de decidir sus candidatas. Que, por otra parte, estuvieron muy repartidos: seis falleras de seis comisiones, cuatro de Burjassot y dos de Benimàmet fueron las agraciadas. Algo que se repetiría también en la Malva tras un domingo en el que las preselecciones empezaron un poco antes, tal como suele ser habitual en el último día de la semana.

El sector marítimo tuvo como presidenta a su particular hija pródiga, Alicia Moreno, que el año pasado regresó al barrio como fallera mayor de València. Hoy, reintegrada ya al mercado laboral y al particular anonimato que supone el regreso a una vida más o menos normal, presentó junto a Voro Peiró.

Dos personas con tablas y solvencia. Al otro lado del Palau, las presentadoras fueron dos niñas preseleccionadas en los últimos años que, a pesar de su corta edad, se defendieron de forma extraordinaria también.

El veredicto marítimo, con jurado de la Junta Central Fallera, también fue totalmente repartido totalmente: seis elegidas, seis fallas.

Raquel Alario y las mayores leyeron el veredicto en Burjassot-Benimàmet-Beniferri y Clara Parejo y la corte infantil (que llevaban el traje de XVIII con camisa) el de Malvarrosa, al que regresó Marina Gozálvez, de ese mismo sector quen vio como su sucesora en la falla Ramón de Rocafull, Paula Sánchez, conseguía uno de los billetes para la Fonteta.

Tras el primer fin de semana de preselecciones, el ciclo se interrumpe hasta el viernes 7, un día especial porque es la preselección de Roqueta-Arrancapins, el regreso a casa de Raquel Alario.