El Partido Popular apuntó ayer directamente al alcalde, Joan Ribó, como «responsable directo» de lo que consideran una ilegalidad: la construcción «sin autorización», de la grada instalada en Viveros para los conciertos de la Gran Fira «en la que lamentablemente durante su montaje la semana pasada se produjo un fatídico accidente.» según palabras del edil Félix Crespo, quien incidió en que la grada «no cuenta con el preceptivo permiso municipal para su instalación y utilización en un espacio público» y trilda de «gravísimo que en lugar de preocuparse por regularizar administrativamente la grada, mantenga su situación y permita que el público la utilice en los conciertos». También rebatió que no fura necesaria una resolución expresa para un montaje que organiza el Ayuntamiento «porque se ha emitido una resolución expresa a la misma empresa que instaló la grada para autorizar cinco gastronetas, un quiosco bar y tres barras».