Resulta curioso que una comisión vaya a celebrar su 50 aniversario y no tenga fallera mayor. Cuando no es una comisión especialmente precaria. Pobla del Duc-Benipeixcar es una comisión muy de barrio, muy correctita, sin demasiadas florituras, pero tampoco sin apuros. «Yo quería ser fallera mayor. Quizá no tan pronto, pero no había ninguna para el 50 aniversario. Al presidente infantil le tengo mucho cariño, al presidente también, iban a estar solos... y al final me decidí». La particularidad es que Gema subió al trono de su comisión con 17 años de edad. Algo que, una generación atrás, era lo más normal, pero que ahora es una verdadera rareza en el mapa habitual de las falleras mayores, que, como ha quedado palmariamente demostrado, su tendencia es cada vez mayor a serlo con medio siglo de vida, un poco arriba o un poco abajo. «Además, con la particularidad de que ha sido con el primer año de carrera, y además de derecho, que es exigente».

«Había otras falleras mayores en el sector que son jovencitas, pero reconozco que yo soy la de menos edad. Al principio me impactaba, pero lo he pasado muy bien» y ahora espera que «esto no sea impedimento para poder optar. Creo que todas somos aptas». Sus dos progenitores trabajan en los ferrocarriles. «A la comisión me apuntaron mis tíos». A su hermano y a ella. «Es la de debajo de casa». De hecho, los abuelos maternos regentaron durante mucho tiempo el típico establecimiento de barrio: «una carnicería en la calle de la falla: Carnes Sáez». Como demostración del acortamiento de los tiempos, recuerda que fue fallera mayor infantil «en el año 2008». Es decir, cuando «Ana Bellver, la candidata de Visitació-Oriola, fue fallera mayor de su comisión por primera vez. Y ahora estamos las dos juntas como aspirantes a la corte».

¿Repetirá en el futuro? «No sé. A veces lo digo medio en broma. No será lo mismo, pero no sé en qué sentido lo sería. Ana me dice, por ejemplo, que las cosas han cambiado de su primer reinado al actual».

Las pruebas con el jurado son una particular prórroga a un reinado que «ha terminado. Ya tenemos sucesoras». Si saliera elegida sería la tercera fallera de Pobla del Duc que ingresa en el cuadro de honor. Antes estuvieron Raquel Morales en 1989 y Cristina Muñoz en 2003. Ella sería la primera adulta, lo cual sería una buena forma de estrenar la mayoría de edad.