Mi premisa es disfrutar el momento, cada cosa que pasa, en el día a día». A lo largo de 73 historias con candidatas a fallera mayor y corte de honor se acumulan las vivencias y las experiencias, pero la de Marta Devís es de las que pone los pelos de punta, con la que es difícil no emocionarse, sobre todo cuando la ves contar las cosas con tanta serenidad. Es la hermana de Carlos Devís, el joven Vestidor de la Virgen que, la semana previa a las Fallas de 2014, fallecía a bordo de su motocicleta, arrollado por un coche junto a la Pantera Rosa por un conductor al que equivocó su GPS. Cuenta con aplomo cómo se enteró, pero aún llama la atención cuando cuenta que "ese mismo día decidí que desfilaría en la Ofrenda una semana después".

No es de extrañar, por ello, que las emociones se multiplicaran tres años después, cuando los propios vestidores (su padre es uno de ellos) le hicieron un pasillo especial al desfilar como fallera mayor de San Ignacio de Loyola el pasado 17 de marzo. Marta, 21 años, estudia el grado de Finanzas y Contabilidad en la Universitat de València. «Siempre se me han dado bien las matemáticas. Hasta en eso me parecía a mi hermano. Quiero probarlo todo: hacer prácticas en la empresa y decidir si trabajo en eso o si me dedico a la enseñanza a través de oposiciones». Con el mes de julio finalizaba también unas prácticas becadas en el ayuntamiento de Serra, el pueblo que han adaptado como propio tras comprarse los abuelos la tipica vivienda de veraneo. Allí tiene un particular santuario: "me encanta subir al Garbí y quedarme allí, pensando en paz".

Precisamente por eso recuerda aquel Extra de Fallas de Levante-EMV de 2013 en que una de las falleras de la corte, Andrea Carrilero, se hizo las fotos en la cima vestida de valenciana. Se apuntó a San Ignacio de Loyola-Jesús y María con once años "aunque siempre había pasado la Ofrenda con ellos. Soy de allí por la familia materna. Mis tíos se conocieron allí. En San Ignacio somos 'los Llop'". Uno de esos apellidos que son habituales en una determinada comisión. "Ser fallera mayor fue por factor sorpresa. Me llamaron para comunicármelo. Había que dejar pasar ya el tiempo y ha servido, de alguna forma, de distracción. Ha sido un año que no olvidaré nunca". Y como no sólo se trata de reinar, "soy muy fallera. Intento ayudar en festejos y en infantiles sobre todo". "Siempre llevo una foto de él". También una pulsera trenzada "que cuando voy de valenciana me la quito, pero la llevo escondida y la toco".