e puede ser fallera y se puede ser fallera dinástica. De eso puede presumir Marta Tomás, cuyo bisabuelo fue uno de los fundadores de la falla Ferroviaria, historia indispensable de la fiesta. Está entroncada en el apellido Couchoud, emblemático donde los haya, como también el Tomás. Aunque éste es emblemático en el mundo de la comunicación: «soy nieta de Manolo Tomás». Su voz fue la primera que se escuchó, hace 52 años, cuando empezó a emitir Radio Popular de València, hoy Cope. Todo un referente con una habilidad asombrosa: «siempre me ha hecho él los trajes de valenciana. Este año ya me lo hizo una modista, Asun, porque ya le duelen las manos. Pero nunca se lo agradeceré lo suficiente».

Marta fue fallera mayor infantil tres veces. «En 1998, 2000 y 2001. No sé si es que había pocas niñas en aquella época». Y no se puede quejar de vida intensa. «He estado viviendo dos años en Manchester. Primero fui a trabajar de "Au Pair"». Iba a volverse, pero el que lo hizo fue su novio y completó su periplo británico trabajando en Subway, la franquicia de comidas rápidas. En su perfil de facebook aparece, entre otras cosas, como «Sandwich Artist en Subway». Pero también aparece una carrera de derecho finalizada. De los tiempos en Manchester se queda «con la inmersión en el idioma que tuve durante todo ese tiempo y en cómo me ponía a llorar viendo la Ofrenda a través de Internet. Es que, cuando estás fuera, no puedes dejar de verlo, aunque sufras de nostalgia». Cuando volvió a casa esperó dos años a ser fallera mayor «porque le tocaba a dos amigas» y ya en 2016 ocupó el trono de su comisión. En la que «aprendí mucho de solidaridad. Dedicar las fallas a dar a conocer aspectos sociales es algo en lo que creo que hemos acertado. La mía fue la falla dedicada a "Madres en Acción" y he aprendido cosas verdaderamente maravillosas». ¿Y ahora? Con amigas así se puede ir al fin del mundo: ya contamos en esta serie días atrás que Alicia Andrés, la preseleccionada de Els Doctors, trabajaba en la firma de energía Alcanzia. Pues fue ella quien «me dijo que había dos plazas de administrativa para trabajar». Ambas han coincidido como falleras mayores y ya lo habían hecho en infantiles en 2001, cuando Marta finalizó su particular trilogía. Ahora llega como preseleccionada al mismo lugar en el que estuvo su hermana hace siete años.