Las pruebas con traje de valenciana han empezado muy pronto para las candidatas a fallera mayor y corte infantil de 2018. Apenas superada la excursión a Calvestra del fin de semana, las 73 candidatas han sido convocadas para vestirse de valencianas, pero con un moño único. Esta es una jornada importante dentro de lo que es el apartado de "impresión estética" -la elección tiene en la belleza física un incontestable punto a considerar- y, en el caso de este tipo de peinado, da una visión diferente de la fallera.

Todas las niñas recorrieron el emblemático recinto, espacio habitual de posados para falleras. La jornada tenía que ser intensa, porque después, y una vez cruzaron el Puente del Real (ante la sorpresa general de los viandantes y conductores), se trasladaron a un casal para realizar allí pruebas y entrevistas. Los jurados reconocen la dificultad del cometido, pero tampoco ocultan su entusiasmo por la labor que tienen por delante.

Siguiendo la costumbre, cada niña ha incorporado ya a su número el nombre de pila, que sirve para que los jurados puedan llamarlas por su nombre sin hacer distinciones.

Las pruebas continuarán toda la semana y tendrán una nueva "prueba de exteriores" el próximo sábado en la Plaza de la Virgen.