Una sonrisa que vale un reinado y una energía que promete dejar huella. A sus 10 años, Daniela Gómez de los Ángeles se convirtió ayer en la Fallera Mayor Infantil de València 2018, una representante de la fiesta que es una «todoterreno» en su comisión y que lleva en los genes el amor por la pólvora y el fuego. Su bisabuelo Vicent fue el primero en recibir el «bunyol d´or», según contaban ayer sus cuatro abuelos: Mª Ángeles, Juan, Mercedes y Juan Antonio. Las dos familias siguieron la tradición y los padres, Juan Carlos y Eva, transmitieron el legado a sus dos pequeñas, Claudia (14 años) y Daniela. Todos se abrazaron en el casal de la Falla Santa María Micaela-Martí l´Humà y de las primeras lágrimas imposibles de contener se pasó al estallido de las tracas en la calle. Cuando llegaron Joan Ribó y Pere Fuset, el ambiente estaba muy caldeado en un local sin aire acondicionado, por lo que la presidenta de la comisión aprovechó para pedir al concejal «una subvención». Bromas a parte, la alegría era imparable en una comisión que cree en la fiesta y en sus múltiples matices como muy pocas en la ciudad.

Toda la familia se puso de acuerdo a la hora de definir a la nueva Fallera Mayor Infantil de València: una gran sonrisa, la felicidad por bandera y muy responsabilidad (saca casi todo sobresalientes). Daniela Gómez de los Ángeles se confesaba: «Estoy en una nube. Hemos recibido la noticia llorando, toda la familia, la falla... ha sido muy emocionante». «He visto en la tele mi nombre con mi foto y no me lo creía. Y cuando me han dado el teléfono no me lo creía», repetía una y otra vez.

Daniela sabe que le espera un año muy intenso, pero tiene el antídoto para combatir el cansancio en su largo reinado: «Espero representar muy bien a València y a todos los falleros infantiles. Aporto mucha energía. Me gustaría que las Fallas de 2018 fueron muy especiales; yo las voy a disfrutar al máximo».

Daniela, buena estudiante, como señala toda la familia, reconoce que hoy probablemente no podrá ir al cole por su proclamación, un acto que espera con impaciencia. «Imagino que será intenso y especial porque será la primera vez que salude», algo que lleva mucho tiempo ensayando, aseguró.

De la fiesta, lo que más le gusta «es la Crida y todas las mascletades», porque el estruendo le emociona y reconoce que es «de las que tira petardos». En el comisión le gusta involucrarse en todas las actividades. «En mi falla hago playbacks, el año pasado hice declamación y este año iba a hacer teatro, pero al salir preseleccionado no ha podido ser». El premio bien vale la pena, como el del año pasado, cuando su familia le regaló «por sorpresa» y para su comunión ser Fallera Mayor Infantil de Santa María Micaela-Martí l´Humà. Sus padres, Juan Carlos y Eva, querían brindarle su sueño. «No hemos tenido ni 30 segundos para asimilar todo esto», reconocían.