P ¿Quien ha sido Rocío Gil Uncio hasta llegar aquí?

R Rocío es una persona muy fallera. Nací un dos de marzo y ese año ya participé en la Ofrenda, con dos semanas de vida. Crecí en la falla Espartero-Maestro Plasencia de Burjassot y cuando pasé a mayores me cambié a la Plaza de la Merced. Me considero una persona de estar mucho en el casal, muy trabajadora. Estudié en el colegio Sagrado Corazón de Godella. Era muy buena estudiante. Un poco traviesa, pero generosa y creo que muy buena compañera. Después estudié Derecho y ahora estoy en el segundo master, el de abogacía. Anteriormente hice el de Derecho y Gestión del Transporte, especializada en Marítimo.

P Se insiste mucho en que la necesidad de que las falleras mayores estén muy preparadas.

R Yo he procurado prepararme toda la vida y no por lo de fallera, sino para el futuro. Estuve también viviendo un año fuera, en la ciudad italiana de Módena, lo que me permitió abrir a otros países y otras culturas. Guardo un recuerdo maravilloso de aquella experiencia, que me gustaría volver a vivirla en alguna ocasión.

P Y se insiste mucho en el papel de embajadoras.

R Daniela y yo estamos preparadas para ello. Ya que somos Patrimonio Inmaterial, estamos deseando poder explicar a cualquiera que venga lo que es nuestra fiesta y su enorme cantidad de matices.

P Es un cargo exigente, en el que se mide mucho lo que hace y lo que lleva la fallera mayor. ¿Usted hacía lo mismo?

R Soy una persona muy respetuosa y muy segura de mi misma. Todo lo que haga lo haré segura y decidida. Y creo que eso es bueno para una fallera mayor de València.

P ¿Cómo deja su situación laboral?

R Estaba haciendo las actividades extracurriculares del master. Me dijeron si quería colaborar con ellos de forma extracurricular y me habían dado una gran flexibilidad. He hablado con ellos, lo he aparcado un poco y ahora vivo entregada a la cuestión fallera.

P Usted, por su profesión, deberá tener inquietud por todo lo que pasa en el entorno.

R Me gusta interesarme por el mundo y por lo que pasa a diario. La última noticia relacionada con mi profesión jurídica es lo que pasó en la Ciudad de la Justicia con el incendio del Juzgado 1 y 2. Creo que va a ralentizar muchos casos y procesos pero confío que lo sacarán adelante en el menor tiempo posible.

P ¿Se puede confiar en la justicia?

R Debemos confiar en la justicia. No sé si la gente tiene confianza, pero deben tenerla. Estamos en un país democrático, y la justicia debe desempeñar un papel fundamental.

P Últimamente se ha dicho repetidamente: la ley por encima de todo.

R Claro. (sonríe)

P Comentaban en su falla que las cosas vienen como vienen: fue fallera mayor, no hubo nadie que se presentara y que, por antigüedad, pudiera impedírselo... y aquí estamos.

R Antes de presentarme ya era varios años y ví el reinado de otras amigas. Este último año no había nadie y yo sabía que era mi ilusión, que tarde o temprano quería ser fallera mayor y me di cuenta que, por fin, este era mi momento. Soy muy fallera y quería serlo. También era la edad buena para mi hermana, que fue infantil. Se puede decir que era nuestro momento y no ha podido ser mejor.

P De las tres últimas falleras 'mercedarias', Beatriz fue de la corte, Tamara finalista y usted campeona. ¿Eso da visibilidad a la falla?

R Debe tenerle una repercusión positiva, para poder visibilizar lo trabajadores que somos, cómo acogemos toda la gente. De verdad, invitó a cualquiera a conocer la Merced. Yo, seguramente, no podré estar mucho, pero quien esté le dará lo mejor de la Merced. Y, de todos modos, como vivo tan cerquita, sueño con no dejar de acercarme durante los días grandes.

P Usted se siente tan identificada con su nuevo espacio que me contó un gesto que tuvo de fallera mayor.

R Es costumbre celebrar un "cant d'albaes" a las falleras mayores de la agrupación. Yo no quise ni en mi casa, aunque vivo cerca ni en el casal: me hacía mucha ilusión hacerlo en medio de la plaza.

P Todo le cae cerca. Por ejemplo, el domicilio de Carmen Sancho de Rosa.

R Estuvimos desayunando juntas el día de la llamada.

P ¿Cómo se puede explicar lo sucedido con las falleritas de 2001, con sus tres cortesanas y tres falleras mayores cuando pasaron a adultas. Es algo inaudito.

R Somos muy felices de haber escrito de esta forma la historia. Pero es que la amistad ha sido una constante durante todos estos años en los que hemos ido creciendo. Yo he sido muy feliz cuando he ido a la casa de Carmen y antes a la de Begoña Jiménez, cuando fueron elegidas. Pero es que no sólo ha sido en momento así de especiales. Es que, por ejemplo en mi caso, me han acompañado a todo tipo de actos. Hasta me ayudaron en la preparación de la "demanà" mía como fallera mayor.

P En Segorbe se está celebrando su elección porque su abuela es de allí e incluso usted vivió durante una temporada.

R Suelo ir siempre y mantengo mucha vinculación. fui de la corte de la reina de Segorbe hace unos años y en las pasadas fiestas fui como fallera mayor de la Merced. confío que este año, como fallera mayor de València, pueda estar también y con más motivo.

P ¿Donde vive usted la entrada de los toros?

¡A pie de calle! Viéndolos pasar a mi lado. Eso es un subidón de adrenalina espectacular.