"Dile a esa chica que se le ha soltado la joia y la puede perder". La fallera que ha hecho la indicación no se ha podido percatar de que a quien se refería es una de las principales autoridades, por orden de jerarquía, en la Comunitat Valenciana: la vicepresidenta del Consell, reconvertida los sábados, desde ayer, en fallera mayor de la comisión de Ángel del Alcázar. El Cid para entenderse. "No me reconoce nadie cunado voy vestida de valenciana". Y es normal: sin la melenita y las gafas, con los tres moños y el traje del Siglo XVIII, el cambio es total. Ayer, Oltra empezó su particular gira de fines de semana en las presentaciones de falleras mayores. Se estrenó en la de Pintor Goya, la de Alba Mollá y Eva Quiles. Y la liturgia es la habitual: vestirse, peinarse, acudir a la sala, en esta ocasión la Forsañ de Massanassa, aguardar el parón propio del "horario fallero", esperar el turno (las fallas de Olivereta desfilan por orden de censo), cumplimentar a las falleras mayores y presidentes, foto y retirada por el foro mientras se llama a la siguiente comisión. "Fallera major, Mónica Oltra Jarque". No se ha oído especialmente bien y su aparición causa apenas sorpresa.

Al bajar choca la mano con su infantil, Ana Valero. "El día del nombramiento yo estaba nerviosísima. Aquí... bien, bien. Prueba superada. Y los niños lo han hecho muy bien". Algunos asistentes piden hacerse foto con ella. "De verdad, llevaba por lo menos siete años queriendo ser fallera mayor. Creo que esta era la última oportunidad. El año era bueno, el chiquillo (su segundo hijo, Emilio) es presidente infantil porque su hermano también lo fue, con lo que tendríamos que estar pendiente de él. Estoy muy feliz de cumplirlo". El presidente, Rafa Martí, sabe que el nombramiento tiene su complicación."Hay gente que va a estar esperando qué día no acude. Pero es que estamos preparados incluso para que un día, ya vestida, tenga que volverse por cualquier emergencia. No podemos olvidar quién es. Espero que con el tiempo se entienda que es fallera desde hace muchos años y que la familia lo es desde los abuelos. Para nosotros es una normalidad absoluta".