Joan Ribó con gafas oscuras y guerrera de viejo gerifalte del "régimen" será el remate de la falla Guillem de Castro-Triador, con el que los artistas Celso Sierra y Sergio Lis harán una crítica municipal utilizando los recursos históricos del franquismo con efecto bumerán. Es la forma de interpretar la toma de decisiones sobre cuestiones, sobre todo de urbanismo y movilidad, en Ciutat Vella. "Compromís en el Regim" será el lema del monumento mayor que a pesar de tratarse de un proyecto de pequeñas dimensiones, dará que hablar y tendrá no poca visibilidad.

Guillem de Castro-Triador no se planta en ninguna de las calles que conforman su nombre, sino en la Plaza de Almansa, lo que se convierte en un balcón a Guillem de Castro. Aquel que circunvala la ciudad por dicha vía se encuentra, sí o sí, con la falla, que además suele aprovecharlo para hacer "fallas-cuadro", con una clara visión frontal.

El monumento tendrá otros elementos que evocan la dictadura, como el escudo con el águila que, sin tapujo alguno, formará el cuerpo central, sobre la columna en la que se alzará, brazo en alto, el primer edil de la ciudad. El boceto, que se ha presentado el último fin de semana, también incluye un fragmento del Guernika de Picasso y un ninot que se adivina que es de Pere Fuset.

La falla militará en la última categoría. De hecho, es la cuarta por la cola más barata con 1.500 euros de coste. La economía da para lo que da y la supervivencia de Triador, comisión fundada en el año 1900, se tiene que desarrollar sin grandes dispendios. Lo que no implica que no se pueda triunfar: el año pasado, por ejemplo, fue apoteósico: la grande ganó el primer premio de ingenio y gracia y la infantil un quinto de falla y segundo de ingenio. Con la particularidad de que uno de los coautores, Celso Sierra, que es vicepresidente de la comisión, pasó la noche en vela, dentro de un coche, para vigilarla y evitar que desapareciera algún ninot.

Precisamente, de esa mala costumbre de robar figuras versará la falla infantil, "El lladre de ninots". Que, con 200 euros, será la más barata de toda la ciudad igualada con la de Blasco Ibáñez.

Triador fue famoso en los primeros años del Siglo XXI por las fallas dedicadas al fútbol del artista Juan Carlos Coronado, que solía llevar figuras alusivas a la Exposición del Ninot. Otras veces las cosas no han salido tan bien, como la caída de la falla en el año 2011 o cuando, en 2016, se quedó a sin acabar pero que, paradójicamente, acabó convirtiéndose en una falla-fetiche por su tosquedad, especialmente el ninot del concejal Pere Fuset llevado a la Exposición del Ninot.

Otras veces, la comisión ha sido noticia por situaciones más entrañables, como el nombramiento Nayra como fallera mayor de la comisión una semana antes de nacer; o su repetición en el cargo con un año de vida.