A colación del estudio inicial de remodelación del barrio de Ciutat Fallera que presentó ayer la Concejalía de Desarrollo Urbano, el Gremio de Artistas Falleros mostró su «satisfacción» desde el punto de vista de revitalizar el barrio, pero con algunos matices.

Pese a que la directiva del gremio aún no se ha reunido para hacer una valoración global, el portavoz y secretario general de la asociación, Ximo Esteve, reconoció que desde la perspectiva de los artesanos falleros, los proyectos «se quedan cortos».

Valoró positivamente que vayan a ejecutar nuevas construcciones en los solares contiguos a las naves industriales, porque llevan «cuarenta años parados», pero teme que se destinen a usos industriales no vinculados con la esencia del barrio.

Por ello, Esteve reclamó que el ayuntamiento sea el propietario de las naves industriales que están por construir, y en el futuro, ir comprando las que ya existen y que empiezan a venderse por no poder seguir viviendo de la artesanía. Todo ello para preservar su uso relacionado con la actividad fallera y que haya continuidad en el proyecto de ser un verdadero polígono del arte fallero.

«El gremio avala la idea de que el ayuntamiento gestionara estas naves con alquileres para los artistas falleros», declaró Esteve. Si se hace cargo una empresa privada, «nadie va a poder adquirir en propiedad este terreno porque no hay capacidad adquisitiva en el sector», e incidió en los jóvenes artistas falleros que inician a duras penas su carrera en este arte.

En esta línea, ve fundamental que la Ley de Uso actual del terreno, que lo califica como uso industrial, priorice las actividades en esta zona relacionadas con lo fallero. En estos momentos, de los 50 talleres que existen, solo hay 20 dedicados a las fallas. El resto son fábricas y locales destinados a diferentes actividades.

Por esta razón, el gremio recibió con satisfacción que la sede de Junta Central pudiera trasladarse a esta zona, porque se potenciarían las actividades relacionadas con las fiestas y atraería más flujo de visitantes al barrio.

Esteve admite que el gremio está «contento» de que por fin se haya avanzado en la remodelación de un distrito «muy degradado». Las reuniones con el concejal, Vicent Sarrià, han sido numerosas. «Nos han tenido en consideración, y lo que queríamos cambiar, lo han llevado al plano técnico». El portavoz del gremio explicó que tanto artistas como vecinos han estado «muchos años» reivindicando la unión del Parque de Benicalap con las alquerías colindantes, la Del Moro y La Torre. «Cuando nombraron a las fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ayudó mucho en el posicionamiento, pero no se había visto ninguna acción real sobre el papel».