Ganar un primer premio de falla es difícil. Doblar con el de ingenio, aún más. Pero hacerlo tanto en la grande como en la infantil el mismo año es una hazaña única, por insólita, en la historia de la fiesta. En los últimos años, tan sólo al alcance de Nou Campanar con Pedro Santaeulalia y Julio Monterrubio. Es aún más emotivo y meritorio si se hace desde una falla de barrio. Y tiene un valor añadido si se hace desde unos niveles de competición ya bastante altos (en la sección Segunda B mayor y la Segunda infantil). Y, además, si se redondea con el éxito absoluto en el concurso de teatro, hay que llegar a la conclusión de que lo sucedido el pasado ejercicio en Archiduque Carlos-Músico Gomis es una de esas historias que reconcilian a las Fallas con su propia grandeza y que hace justicia a grupos humanos que, sin estridencia, alcanzan un lugar en la historia de la misma.

Enclavada en una «pastilla» de viviendas perfectamente delimitada en el barrio de Safranar, es Archiduque Carlos-Músico Gomis una comisión que disparaba sus «mascletades» en un desaparecido campo de fútbol de tierra, de vecinos convencidos y, lo que es más importante, de un grupo humano que podría haberse rendido a la tentación de apostar por la diversión y que, sin embargo, ha desarrollado un encomiable interés por el monumento fallero.

Ernesto Cimas y Vicente Gomar serán los responsables de los proyectos. Para Gomar es el décimo proyecto y fue él, precisamente, hace año y medio, les sugirió el nombre de un paisano, Cimas, para plantar la falla grande.

De «una más» al éxito absoluto

La comisión había cerrado una brillante etapa con Juan Vicente Garí, con quien habían dado el gran salto cualitativo. Gomar y Garí fueron fichajes producto del consenso entre los «secretarios técnicos» de la comisión. La importancia de tener gente que cree en el monumento fue, en ese sentido, básico. Con ambos artistas, Músico Gomis pasó de ser «una falla más» en materia artística (desde su fundación en 1982 a 1994 tan sólo lograron un premio de ingenio de esos que se daban como pedrea) a dar un salto cualitativo que fue creciendo con el paso de los años. La llegada de Cimas ha sido la última apuesta que faltaba. «No nos lo creíamos cuando, el día 16, escuchábamos los premios y vimos que, como 24 horas antes, lográbamos el doblete. (El acto de presentación de bocetos empezó con el vídeo que grabaron escuchando ese reparto de premios y la consiguiente euforia). Estos éxitos también nos ha ayudado a crecer como comisión. Hemos pasado de trescientos a más de quinientas personas» asegura el presidente, Juan Antonio Villalobos. El listón es insuperable. Como mucho, se puede igualar. «Sabemos que igual que ganamos, estamos preparados para no ganar o no ganar tanto. Pero lo importante es que hemos creído en lo que hacíamos.

Diego Iglesias y Paco Camallonga colaborarán con Cimas y Gomar, respectivamente, para que el milagro se repita. Cimas y Gomar también harán doblete artístico en 2018 en Maestro Bellver-Mariano Ribera.