El acto de presentación de los indumentaristas oficiales y la posterior Copa de Navidad con presidentes y falleras mayores de comisiones fue el telón de fondo de la presentación de las falleras de la corte de honor (mayor e infantil) con su nueva indumentaria oficial. Y teniendo en cuenta que el traje de «Siglo XIX» es más convencional y previsible, la atención se centra en el llamado «Siglo XVIII», especialmente desde que, en las últimas ediciones, las falleras lo lucen con un moño único. Una tesis a la que se suma el responsable de su confección este año, Eduardo Puertes (de la firma Eugenia Puertes), miembro de la Junta de Gobierno del Colegio del Arte Mayor de la Seda y patrono de la Fundación Seda València. Además de presidente, en su momento, de una falla, Palleter-Erudito Orellana, pionera a la hora de actualizar la indumentaria tradicional. Un indumentarista con conocimientos de etnología que ha presentado su diseño bajo la tesis de que «las representantes de València deben llevar una ropa que ha de ser genuina de una ciudad y una época».
Es una indumentaria en proceso de implantación. «Sabemos que se ven raras pero están llevando un Siglo XVIII con toda la extensión de la palabra. Una época con una moda y una moral diferentes a las de épocas siguientes». Una apuesta decidida por la normalización de un modelo «que se puede encontrar en grabados sin problemas». Y con el que pretende demostrar que «es un traje que puede llevar una fallera y que no por ello es un traje pobre».
De hecho, ya se indicó semanas atrás que el bordado de la tela es en oro. Eduardo Puertes recuerda que «estos patrones ya los tenía hace treinta años, pero en aquel momento, pensar que las representantes de la fiesta lo pudieran llevar era impensable». De hecho, nada más inaugurar la tienda hace poco más de treinta años, una de sus clientas, María José Herrero, componente de su comisión, era elegida fallera mayor de València. "Pero hubo que transformarle totalmente la ropa. En 1986 no podíamos hablar de envarados, de moños únicos..." Pero el respeto a la tradición de otro tiempo, con todo su debate, se va imponiendo con el paso a los tiempos modernos.
Elementos del traje Siglo XVIII
Moño único
El rasgo distintivo. Un único moño posterior. El postizo es de Realcerealizado con pelo hindú, que es el más adecuado para el trato exigente que van a tener.
Peineta
Realizada por Flor d´Aigua (Peris Roca en las infantiles), con técnica de raspado y puntiaguda. El dibujo es una cesta.
Aderezo
La jooia la llevan al cuello con una cinta. Es de la marca València, de Art Antic, s modelo de barquillo, acabado en oro con monturas cuadradas en Swarovski color esmeralda y colgantes de perla natural. En la muñeca llevan una manilla y en la manteleta, la «agulla de pit».
Corpiño
Abrochado con cordones. La pala está envarada con ramas de olivo y el cuerpo se remata con almenas
Pañuelo y delantal
Son de Viana (Hijas de Carmen Esteve para las infantiles), con la particularidad que, siguiendo la línea de la falda, el delantal es más corto. Además, va suelto.
Enaguas y cancanes
Margarita Vercher se estrena con un modelo Mirella con la circunferencia reducida, un modelo que da forma al traje con un vuelo natural
Tela
Brocateles «Monteveccio» de Vives y Marí, con adornos en oro (Entretelares para las infantiles). Los colores van por parejas: Rojo Lorca, Verde Foresta, Rosa Tarifa, Gris Gárgola, Vilafranca y Azul Anda.El motivo floral va bordado con hilo de oro en lugar de plata.
Puntillas
Santos Textil se incorpora como proveedor de las puntillas. En el escote forman conjunto con la camisa interior de Margarita Vercher. En la manga del XVIII son más pequeñas que en el de manga de farol.
Zapatos
Se estrena la forma Criselen, que los ha forrado con la misma tela que la falda y el cordón es del mismo color de fondo.
Confección
Eugenia Puertes en mayores. La Joia en infantiles.
