Conocer el color del traje de la fallera mayor de València es el pasatiempo favorito de las Fallas a finales de enero. Para alegría de unos y desesperación de otros. Pero ahora es tiempo de falleras poco antes de que el protagonismo pase a los ninots, la próxima semana. Y cuando, poco después de las ocho de la tarde, Rocío descendió desde su domicilio, se desveló ese secreto por el que se habían vertido todo tipo de conjeturas. La secuencia de los años anteriores había sido rojo-verde-azul-rojo-púrpura-gris-verde-azul-azul-rojo. Imposible imaginar que Rocío aparecería a las ocho y cuarto de la tarde con un traje de color marrón. Marrón Habane para ser más exactos, que esa es la tintada de Vives y Marí, definida por éstos como «una tonalidad con mucha fuerza y elegante a la vez, que junto con los colores más suaves y dulces que se han aplicado para los diferentes ramos y la combinación de oros consigue una tela dulce y con personalidad. Las características que Rocío encarna a la perfección».

Color inédito en una fallera mayor de València. «Me lo pensé bastante el día que fui a elegirlo, pero quería que tuviera personalidad». Guardado en secreto. «No lo sabía ni mis padres hasta el mismo día». La mantenedora, Ana Cuesta, siempre al tanto de todo, recordaba esta tonalidad, como mucho, en las cintas de Lucía Gil, en 2006. El objetivo de ser original se cumplió al mil por cien.