La exaltación de la fallera mayor de Valencia tiene una parte visible y muchas otras no tanto. Esta es una de ellas: los instantes previos a la salida de las trece falleras por el pasillo del Palau. Son unos momentos de incontenible emoción para ellas y este año en particular, se vivió con especial intensidad. Son los momentos en los que las manos se entrelazan, cuando las que van a salir al final ven cómo lo hacen las primeras, los abrazos y alguna que otra lágrima. El indumentarista Eduardo Puertes no dudaba en tirarse al suelo para hacer un arreglo en el último segundo. Rocío acudía a ambos pasillos para estar con cada "media corte" (desfilan seis y seis por cada uno). Esta es la secuencia de lo que se vivió en aquellos intensos momentos.

Posteriormente ya hay un espacio mucho más distendido, cuando el público abandona el Palau y sólo se quedan las falleras, los responsables de la JCF y los entornos más cercanos a ellas (familiares, comisiones...). Es el momento de algunas fotos con la satisfacción de haberlo vivido.