Cuando la política vive en efervescencia, el resto de protagonistas de la sociedad quedan apartados. Prima el retrato y la crítica acerada. Si alguien pensaba que Carles Puigdemont sería la estrella de la convocatoria, se equivocaba. Tiene todas las características para ser ninot, pero en una situación permanentemente cambiante da la sensación de que los artistas esperan para redondear las escenas que protagonice. Finalmente será apenas media docena sus figuras en una muestra donde los favoritos empiezan a ser clásicos: los concejales Pere Fuset y Giuseppe Grezzi. Dos personajes que nada dirán a los visitantes extranjeros, pero que permitirán motivos de chanza al público local o, por lo menos, a aquel que está al cabo de la calle.

Lo que parece claro es la poca pelea por el indulto, que da la sensación de que se llevará Almirante Cadarso de calle. A falta de la visión global, tan sólo Linterna y la Nova d’Orriols parecen haber apostado algo en ese sentido. El resto de participantes parece tener claro que hay que presentar una buena figura, pero nada más. Que la votación popular es para la figura de Manuel Algarra salvo monumental sorpresa..

Polémica con un ninot

A pesar de estar en el año 2018, todavía se producen debates asombrosos. Por ejemplo, la falla Alameda-Av. Francia escuchará hoy a las asociaciones vicentinas y, si así se lo reclaman (estaba llevándose a cabo una recogida de firmas incluso), retirará el ninot del concejal Pere Fuset vestido de dominico, imitando una pose de San Vicente Ferrer, porque es considerado como «una profanación» y una «frivolidad blasfema», por lo que exigen al ayuntamiento su retirada. El presidente de la comisión, Manuel Cabrera, fue ayer tajante al respecto: «soy creyente y vicentino. De verdad, a estas alturas escuchar todo lo que hemos escuchado me parece increíble. Pero no estoy dispuesto a reñir. Si así lo consideran y es necesario, retiraremos, taparemos y haremos lo que sea necesario. Cada uno extraerá las consecuencias que considere». Se da la curiosa circunstancia de que otra falla, García Morato-Yecla, hace una crítica a los políticos corruptos con el brazo de San Vicente Mártir.