La Unión de Consumidores ha pedido al Ayuntamiento de València, ante el inicio del plazo para la instalación de los puestos de venta de buñuelos y masas fritas durante las Fallas, que se lleven a cabo las necesarias inspecciones de control en todas las paradas para "comprobar el cumplimiento de la normativa" y "especialmente que se lleven a cabo controles de calidad del aceite de fritura mediante los correspondientes análisis, y se controle su retirada a través de empresas autorizadas".

Así lo ha indicado el secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, Vicente Inglada, en un comunicado en el que la organización ha ofrecido una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de realizar las compras.

La UCCV ha precisado que todas las paradas de venta al público "deben indicar de forma visible y clara el precio de todos los productos que estén a la venta, tal y como establece el Real Decreto 3423/2000 de 15 de diciembre que regula la indicación de precios de los productos".

Igualmente, y al igual que el resto de establecimientos, las paradas de buñuelos "deben disponer del modelo oficial de Hojas de Reclamaciones de la Generalitat Valenciana y facilitársela a los usuarios que así lo soliciten". Además, los establecimientos están obligados a entregar a los consumidores el comprobante de la compra, necesario en el caso de tener que poner una queja o reclamación.

De igual modo, apunta a que los consumidores pueden comprobar que las paradas tienen las correspondientes autorizaciones, ya que deben estar expuestas en un lugar visible. También deben tener en cuenta que todos los productos que estén a la venta "deben estar protegidos por vitrinas o sistemas similares como cajas, separadores, a excepción de los envasados".

En el caso de aquellos alimentos que, por su composición, requieran ser conservados con refrigeración, como cremas y natas, "es necesario que estén en un lugar refrigerado con termómetros de lectura exterior para que el ciudadano lo pueda comprobar".

Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la limpieza tanto de la instalación como de los utensilios utilizados para la elaboración de los alimentos, y en el caso de que en el mismo puesto se elaboren también masas fritas aptas para celiacos y no celiacos "es necesario la separación física de ambos productos y la utilización de utensilios distintos para evitar las contaminaciones cruzadas".

Independientemente de esto, recuerda que todo el personal encargado de la manipulación de los alimentos "debe haber realizado los correspondientes cursos de formación en higiene alimentaria". Por lo tanto, y en opinión de la Unión de Consumidores de Valencia "los productos deben manipularse con pinzas o paletas específicas, y nunca directamente con las manos".

En cuanto a recipientes donde se elaboran los alimentos, "deben estar debidamente cubiertos cuando no se estén utilizando para proteger adecuadamente el aceite, y evitar su reutilización excesiva, ya que generalmente un excesivo uso puede presentar alteraciones". Así, avisa que cuando el aceite de fritura presenta un olor desagradable, color inapropiado (oscurecimiento intenso), aumento de la viscosidad o hay aparición de restos alimenticios, evidencia un "deterioro de este producto".