Aún con las fiestas a punto de empezar, las susceptibilidades en los estamentos de política fallera siempre están preparadas para saltar. Ayer bastó un comentario del miembro más veterano de la Junta Central Fallera para que se desatara una borrasca, en la que la concejala Amparo Picó acusó a Pere Fuset de querer «coartar la libertad de expresión ni de las comisiones, y las bandas de música». A colación de una petición que realizó el vicepresidente de festejos Josep García Bosch que, además, es desde hace mucho tiempo el responsable de la organización del festejo. Lo que dijo exactamente fue que «quería hacer hacerles un ruego como representantes de las comisiones. Llevo muchos años en la plaza de la Virgen y les pido que le digan al director de la banda que no toquen el pasodoble Valencia, de Padilla cuando entre en la plaza. Que pueden tocar cualquier pasodoble menos Paquito el Chocolatero, que no le pega a este acto» para añadir, con voz de fastidio, que «estar todo el día, todas las comisiones, desde las tres de la tarde hasta las once, las doce o la una de la madrugada... que se puede cambiar, ¿eh? Que no se obliga en el reglamento».

Pere Fuset salió en réplica diciendo que «no me doy por aludido, pero me parece una falta de respeto hacia Josep García Bosch, al que no vamos a descubrir ahora. Si la señora Picó asistiera a alguna asamblea, habría visto el tono en el que se dijo y que bajo ningún concepto era prohibirlo. Era una sugerencia, que la gente se tomó incluso con humor porque entendían a lo que se refería: que el mismo pasodoble está sonando horas y horas en el mismo lugar. Claro que hay libertad para tocar lo que quieran. Era una simple sugerencia. Y lo suyo es una falta de respeto a una persona de la que hay mucho que aprender».

Amparo Picó aseguró ayer que «la petición ha generado malestar en el mundo fallero» y reclamó que «cada falla es libre de pedir a su banda de música de interpretar lo que quiera y cada banda de hacerlo. No existe nada escrito que obligue a hacerlo pero se ha convertido en una costumbre no escrita interpretar el pasodoble Valencia».

Así mismo, Picó ha reclamado que no se permita llevar bebidas alcohólicas a la Crida «para evitar que se convierta en un macrobotellón. Se deben poner medidas para evitar que los falleros entren al recinto con bebidas alcohólicas». Picó hace suyo, así, el ruego del presidente de la Interagrupación, Jesús Hernández Motes.